Abril 11, 2012
Emgesa reportó que varias crecientes del río Magdalena generaron un efecto ambiental no previsto en la fauna íctica de la zona donde se construye la hidroeléctrica. Comisión de la CAM (Corporación Autónoma del Magdalena) se desplazó hasta la zona para evaluar el daño ambiental.
La Nación, Neiva
Una mortandad de peces, al parecer originada por las obras que se adelantan sobre el río Magdalena en la construcción de la hidroeléctrica El Quimbo, fue alertada ayer por varios pescadores de la zona en donde se desarrolla el proyecto.
Para esclarecer los hechos, ayer una comisión de la Corporación Autónoma Regional (CAM), se desplazó hasta la zona con el fin de evaluar la magnitud de la mortandad, reporte que será presentado en los próximos días al Ministerio de Ambiente con el propósito de conocer la real causa de la mortandad de peces.
Respuesta de Emgesa
En un comunicado de prensa Emgesa indicó que la muerte de los peces se originó debido a varias crecientes que se han presentado en el río Magdalena, daño no previsto que fue reportado a la correspondiente autoridad ambiental.
Asimismo precisaron que hasta el momento la compañía ha reportado la captura de 2.055 peces pertenecientes a 23 especies, de los cuales 917 se encontraron muertos.
“A mediados del mes de marzo se presentaron crecientes del río Magdalena que generaron aumento de caudales superiores a los 400 metros cúbicos por segundo, sobrepasando la preataguía, lo que causó un efecto ambiental no previsto en la fauna íctica. Luego de que se disminuyera el nivel del caudal, se pudo evidenciar en la zona de construcción de la preataguía que peces (sardinas de longitud inferior a 7 centímetros) quedaron atrapados entre el enrocado de esta estructura sin posibilidad de retornar al río”, indica el comunicado.
Plan de choque
De igual forma, indicaron que el para contrarrestar la situación la compañía ejecutará la sustitución de enrocado por estructuras en concreto para evitar atrapamiento de peces, ejecutará un plan de trabajo a realizar por tres brigadas de pescadores para llevar a cabo actividades de monitoreo, captura y traslado de las especies ícticas.
“Este efecto ambiental no previsto fue reportado al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, a quien además se informó las medidas de mitigación que implementa la compañía. Adicionalmente en el marco del programa de manejo y protección del recurso íctico y pesquero que considera la licencia ambiental del proyecto, se tiene previsto el repoblamiento de peces y el enriquecimiento florístico de los afluentes al embalse, para la preservación y conservación de esta fauna”, enfatizó Julio Santafé, director del proyecto hidroeléctrico El Quimbo.
Emgesa reportó que varias crecientes del río Magdalena generaron un efecto ambiental no previsto en la fauna íctica de la zona donde se construye la hidroeléctrica. Comisión de la CAM (Corporación Autónoma del Magdalena) se desplazó hasta la zona para evaluar el daño ambiental.
La Nación, Neiva
Una mortandad de peces, al parecer originada por las obras que se adelantan sobre el río Magdalena en la construcción de la hidroeléctrica El Quimbo, fue alertada ayer por varios pescadores de la zona en donde se desarrolla el proyecto.
Al parecer y según la denuncia hecha por los pescadores, el daño ambiental se habría presentado tras las obras que se ejecutaron en la desviación del río Magdalena, a raíz de que en dos ocasiones el material que se había colocado para cerrar el paso de la afluente fue arrastrado por las constantes crecientes.
Respuesta de Emgesa
En un comunicado de prensa Emgesa indicó que la muerte de los peces se originó debido a varias crecientes que se han presentado en el río Magdalena, daño no previsto que fue reportado a la correspondiente autoridad ambiental.
Asimismo precisaron que hasta el momento la compañía ha reportado la captura de 2.055 peces pertenecientes a 23 especies, de los cuales 917 se encontraron muertos.
“A mediados del mes de marzo se presentaron crecientes del río Magdalena que generaron aumento de caudales superiores a los 400 metros cúbicos por segundo, sobrepasando la preataguía, lo que causó un efecto ambiental no previsto en la fauna íctica. Luego de que se disminuyera el nivel del caudal, se pudo evidenciar en la zona de construcción de la preataguía que peces (sardinas de longitud inferior a 7 centímetros) quedaron atrapados entre el enrocado de esta estructura sin posibilidad de retornar al río”, indica el comunicado.
Plan de choque
De igual forma, indicaron que el para contrarrestar la situación la compañía ejecutará la sustitución de enrocado por estructuras en concreto para evitar atrapamiento de peces, ejecutará un plan de trabajo a realizar por tres brigadas de pescadores para llevar a cabo actividades de monitoreo, captura y traslado de las especies ícticas.
“Este efecto ambiental no previsto fue reportado al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, a quien además se informó las medidas de mitigación que implementa la compañía. Adicionalmente en el marco del programa de manejo y protección del recurso íctico y pesquero que considera la licencia ambiental del proyecto, se tiene previsto el repoblamiento de peces y el enriquecimiento florístico de los afluentes al embalse, para la preservación y conservación de esta fauna”, enfatizó Julio Santafé, director del proyecto hidroeléctrico El Quimbo.
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