ORIGINAL: El Colombiano
POR LEÓN J. SALDARRIAGA L.
14 de abril de 2012
Aunque no tiene la dimensión de 2010 y 2011, la gente de la región permanece alerta a creciente
En Bolombolo está en marcha un proyecto de reubicación de las familias que habitan los sectores de mayor riesgo FOTO RÓBINSON SÁENZ
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Con la expectativa que supone una alerta amarilla, con el temor por los estragos que dejaron las emergencias de 2010 y 2011, y con los avisos que les dio esta semana cuando empezó a "asomarse" en sus riberas, los habitantes de Bolombolo están en guardia con la creciente del río Cauca.
Desde la ventana de su negocio, Misceláneas Juanchito, la comerciante Sandra García sostiene que el pueblo está "relajado" porque aún no se advierte peligro, pero a pocos metros, en plena calle, la contradice la ama de casa María Elena Estrada.
"Anoche me senté a rezar que no se fuera a meter el río, porque estaba asomado como a las 7:00. Es que él empieza así, se asoma, se va, hasta que se sube del todo", cuenta Elena.
Ambas viven en el sector de Las Flores, situado en la parte baja del corregimiento, uno de los más vulnerables en las emergencias invernales, donde Mary Valladares recuerda que hace un año el río daba miedo por la manera como se entró, les dañó sus enseres y los tuvo viviendo en carpas, en el parque, hasta hace apenas un mes.
La estudiante Mariana Álvarez evoca que de su casa apenas se veía el techo y que su familia perdió todo. Su compañera Daniela Valencia agrega que vive en un segundo piso y apenas faltó una escala para que el agua se metiera a toda la casa, aunque en su hogar sufrieron el drama porque sólo se podían transportar en canoas, que abordaban por el balcón.
Todos, en las casas y en las calles, muestran las huellas del nivel que alcanzaron las aguas, el año pasado, por encima de las ventanas y casi en el límite del marco de las puertas.
María Elena y Mary coinciden en que al río le gustan las sorpresas. "Es vivo, se mete cuando estamos durmiendo", dice Elena. Y a Mary le parece que ese momento ya está cerca. "Él avisa cuando la quebrada (El Guaico) comienza a embucharse, y detrás se viene el Cauca y nos saca a todos", dice.
Para evitar sorpresas, las autoridades de Venecia y la Policía activaron la prevención, liderada por el comandante de la Subestación, intendente Jorge Palacio , quien llegó a Bolombolo cuando ocurrió la inundación mayor, en noviembre de 2010.
"Cuando en el Valle empiezan las crecientes, eso para en el Cauca, además avisan de La Pintada", afirma. Como cree que la creciente está próxima, se convocó el comité de emergencias y se asignaron tareas a la Defensa Civil y la Policía, que monitorean el río día y noche. "Cuando se va a salir, activamos sirenas y hacemos perifoneo para que la gente saque sus pertenencias", dice el suboficial.
Ayer, al medio día, el río estaba juicioso, pero se advertía una "barriga" y una fuerza en el caudal que no daban garantía que así fuera a permanecer en lo que resta de abril.
RADIOGRAFÍA
ANTIOQUIA ESTÁ EN ALERTA NARANJA
Aunque la alerta amarilla inició desde hace más de un mes, la naranja ya se hace presente en algunas zonas del departamento. César Hernández, director del Dapard, indica que el riesgo está para el Oriente y parte del Nordeste.
Hasta el momento cuatro eventos son representativos, entre ellos Frontino y Granada.
Se estima que para la cuarta semana de abril y la primera de mayo las lluvias aumenten en un 20 por ciento.
Los diferentes clopad, que ya suman 125 en Antioquia, están elaborando los planes de prevención, atención y recuperación en cada municipio. El Dapard está en capacidad de atender a cerca de 2.500 familias afectadas.
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