ORIGINAL: HuffingtonPost
Por: Jennifer Welsh, escritor LiveScience
04/03/2012 17:05 EDT el LiveScience
Al igual que las megaciudades atestadas, las colonias de hormigas ocupadas enfrentan un alto riesgo de brotes de enfermedades. Una nueva investigación indica que estas "hormigas urbanas" también saben cómo prevenir las epidemias - cuando una hormiga infectada entra en la colonia, sus compañeras de nido cuidadosamente lamen el hongo infeccioso.
"Esto aumento de la supervivencia del individuo que ha sido expuesto originalmente", le dijo a LiveScience la investigadora del estudio Sylvia Cremer, del Instituto de Ciencia y Tecnología de Austria.
Y resulta que comportamiento también puede ayudar a quienes lamen al infectado, dándoles inmunidad individual superior al hongo infeccioso. Los insectos no tienen la "adaptación" del sistema inmunológico que lo hacen los mamíferos, pero son siendo capaces de ajustar sus sistemas de lucha contra la enfermedad de reaccionar a amenazas específicas.
Hongo fluorescente
Cremer, dijo que en la naturaleza, las hormigas pueden recoger una infección por hongos o de otro tipo pueda realizar durante el forrajeo cuando corretean a través de un cadáver de una hormigas o grillo infectado, por ejemplo.
Para averiguar cómo las hormigas Lasius neglectus reaccionarían a un compañero enfermo en la colonia, los investigadores infectaron a una hormiga individual con esporas de hongos marcadas con fluorescencia y dejaron que ellos interactuaran con otros miembros de su colonia, siguiendo, donde terminaron las esporas fluorescentes.
Los investigadores encontraron que cuando esta hormiga infectada regresó a la colonia, sus compañeros de nido no lo evitarlon. En lugar de correr a alejarse del insecto infectado y contagioso, las hormigas se acercaron a su compañero de la colonia y la lamieron, aparentemente para eliminar los agentes patógenos del cuerpo de la hormiga enferma, un comportamiento de acicalamiento social.
Los investigadores vieron que la hormiga infectada originalmente tenían menos probabilidades de morir una vez que sus compañeros de nido eliminaron las esporas. Este comportamiento de lamer expone las hormigas sanas a una cantidad muy pequeña de los hongos, lo cual era suficiente para ser detectados por las pruebas que hicieron los científicos. Sin embargo, la pequeña cantidad de hongos no hizo las hormigas que lamieron enfermaran.
Los investigadores observaron que durante la infección de bajo nivel, un conjunto de genes relacionados con las defensas de inmunidad anti-hongos se activaran en las hormigas. Las pruebas de laboratorio revelaron que cuando posteriormente eran expuestas a este hongo, estas hormigas estaban en mejores condiciones para combatir.
Inmunidad de grupo
Los investigadores crearon un modelo informático con los datos de sus experimentos y descubrió que este comportamiento de lamer, mientras que mata a un bajo número de hormigas, permite a una colonia como un todo para recuperarse de una infección por hongos más rápidamente.
El comportamiento de lamer es similar al concepto humano de una vacuna, que expone a las personas a una cepa debilitada o muerta del virus para cebar el sistema inmunitario. Los seres humanos no descubrieron la inmunidad protectora hasta que Edward Jenner creó la vacuna contra la viruela en 1796.
Este tipo de intervenciones funcionan mejor cuando toda la población es tratada, dando lugar a la "inmunidad de rebaño", en el que incluso los individuos no inmunizados no corren el riesgo de la enfermedad, ya que están rodeados de personas inmunes.
El estudio fue publicado hoy (03 de abril) en la revista PLoS Biology.
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