ORIGINAL: El Colombiano
Colaboración especial JUAN CARLOS SEPÚLVEDA | Publicado el 3 de marzo de 2012
El molusco, aparecido en Santa Fe de Antioquia, arruina cultivos y afecta la salud. Consumirlo puede ser letal.
Unos 40 kilos del caracol gigante africano han sido incinerados en Santa Fe de Antioquia desde enero, cuando se reportó su primera aparición en el departamento.
En la cañada la Cardozo y los barrios La Maquea y Buga el caracol Achatina fulica, que afecta los cultivos y la salud humana, ha sido atrapado en jornadas de recolección por técnicos de Corantioquia.
Su detección se dio por análisis de la Unidad de investigación malacología médica y crematodos de la Universidad de Antioquia. Según la investigadora Luz Elena Velásquez , la situación en Santa Fe de Antioquia no es única. La especie está presente en Valle, Huila, Tolima, Meta, Putumayo, Boyacá, Santander, Amazonas y Guaviare.
Viene de Brasil
La primera alerta de invasión en el país fue dada por Corpoamazonía en agosto de 2010, por introducción de ejemplares provenientes de Brasil.
El Ministerio de Ambiente había expedido la Resolución 0848 de 2008 que aportó elementos para el manejo de las especies exóticas invasoras como el caracol gigante africano, en consideración a la manera agresiva y rápida en que se dispersan y los potenciales daños que causa a los ecosistemas naturales, a los cultivos, inclusive a la salud humana y animal.
Según un documento de Corantioquia, "el desconocimiento de esta especie ha llevado a darle un uso indiscriminado e irresponsable, partiendo de la creencia de que su baba tiene poderes curativos. Esto ha llevado a que personas sin escrúpulos e ignorantes del riesgo que causa esta especie promuevan su uso comercial, alimenticio y medicinal, propiciando que algunos individuos hayan colonizado nuestros ecosistemas, bien por escapes o por liberaciones conscientes".
Señales de aparición
De acuerdo con las recomendaciones del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, "la defoliación y raspado extensivo en plantas y la presencia de heces en forma de cinta y de baba, son señales indirectas de su presencia". Aprender a reconocerlos permitirá facilitar su control y disminuir el riesgo.
De acuerdo con Robinson Muñoz , técnico de fauna de Hebéxicos, "no se pueden manipular directamente, ni utilizarlos como fuente de alimento ni medicinal, bajo ninguna circunstancia. En caso de detectar su presencia, denuncie de inmediato a las autoridades".
La manipulación de estos caracoles se debe hacer con guantes, tapabocas y bajo estrictas medidas de precaución. La disposición final de los individuos colectados es de entera responsabilidad de las autoridades ambientales y sanitarias.
Según Omar Ramírez , de Corantioquia, no hay que pensar en magnitudes mayores: "Esta es una problemática con la que tendremos que convivir porque erradicar la especie es complicado y toma mucho tiempo. Invitamos a la ciudadanía que ya conociendo y sabiendo el peligro que representa este animal, sepa cómo actuar en caso de encontrarlos".
No dude en llamar a Línea Verde: 01 8000 414 123; Policía Nacional: 123; Corantioquia (Medellín): 493 88 88; Corantioquia (Santa Fe de Antioquia): 853 4631; Alcaldía de Santa Fe de Antioquia: 853 42 10; ICA Regional Occidente: 853 13 77.
PARA SABER MÁS
UNA PLAGA QUE ENFERMA
Tiene una longitud de hasta 20 centímetros, de concha grande, fuerte, larga y aguda, de color marrón, violeta y crema.
Se reproduce por medio de huevos y en cada postura pone entre 100 y 400, que eclosionan en 8 a 21 días. Su promedio de vida es de 5 a 9 años.
Trepan sobre cualquier superficie, lo que facilita su colonización. En Venezuela en 10 años alcanzó una media de dispersión de 100 kilómetros/año.
Puede ocasionar enfermedades que afectan el sistema nervioso central, trombosis en los vasos que irrigan los órganos abdominales y hasta paraplejia.
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