domingo, 2 de septiembre de 2012

Vanessa Restrepo Schild, con todos los talentos

ALMA MATER N° 613, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
Medellín, septiembre de 2012

Vida Estudiantil

Cuando sea ‘grande’,  Restrepo Schild quiere adelantar el doctorado y el posdoctorado en biología molecular, específicamente en bioquímica y biofísica, los procesos que más le gustan y los que, dice, dan más explicaciones.

Se resiste a ser adulta, pues como los niños, su mente sigue formulándose preguntas sobre la vida, sobre la conformación y el funcionamiento de los organismos. Sobre todo.

Pero, para ser más precisos, esa propensión permanente a cuestionarse por la naturaleza de las cosas en realidad lo que revela es su modo de ser y de estar. Es científica desde chiquita y lo seguirá siendo, porque mantiene encendido el botón de la indagación, de la experimentación y del deseo por encontrar respuestas ciertas a los enigmas y salidas a los problemas que dificultan la existencia de las personas.

Su presente indica que es estudiante de biología e integrante del grupo de investigación Biotecnología de la Universidad de Antioquia, Mujer Joven Talento en Ciencia y Tecnología 2011, resultó seleccionada este año en la categoría como la mujer más destacada en toda la historia del concurso que promueve la Alcaldía de Medellíñ.

Cuando sea grande, por decirlo de alguna manera, piensa seguir siendo lo que constitutivamente es, una joven con alma de niña, que no se resigna a las respuestas dadas, ni a las fatalidades, ni al mundo que los mayores le quieren heredar.

Desde ya planea cursar doctorado y posdoctorado en biología molecular, de manera más específica en bioquímica y biofísica, campos científicos que considera le aportan más explicaciones satisfactorias a sus interrogantes y a sus búsquedas.

Ella quiere hacer su parte. Y lo está logrando. Y lo ha logrado. El reconocimiento de Mujer Joven Talento lo recibió por el proyecto "Mujer en la ciencia, una mirada social", que diseñó, acorde con su visión de la biotecnología, para mejorar la calidad de vida de las personas, en especial de quienes se encuentran en Situaciones vulnerables por el cambio climático u otros factores de riesgo.

Y con los porqué de los porqués a flor de piel sigue adelante. No ha cumplido los veinte años y ya cuenta con una patente registrada en la Superintendencia de Industria y Comercio sobre un diseño tecnológico que concibió en grado once, con el que se ganó la feria de la ciencia en Medellín y la feria nacional de la ciencia que organiza Colciencias.

En palabras simples, se trata de un reactor electrobiológico que, al tiempo que mitiga las inundaciones, mediante procesos biológicos transforma el agua en sus distintos estados y genera energía.

Pronto comenzará el cuarto semestre, pero aun recuerda su ingreso a la Universidad de Antioquia, que prefirió a la Universidad de los Andes a donde también pasó. Y eso por una motivación simple.

Desde que estaba en el colegio, el San José de la Salle, nada anhelaba tanto como poder estar en clase con la profesora Lucía Atehortúa, a quien conocía a través de la literatura por sus investigaciones en biotecnología.

Por eso, desde que llegó a la Universidad, en 2011, quiso no sólo tomar clases con la reconocida bióloga de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, sino involucrarse desde el primer semestre a las actividades de Biotecnología, el grupo de investigación de excelencia que Atehortúa dirige.

Y como las clases con la profesora apenas aparecían en una etapa avanzada del programa, en el bloque de profundización, Vanessa, insistente como es, no quiso esperar, no podía esperar, y tocó a las puertas del laboratorio una y muchas veces hasta que la investigadora le abrió.

Al principio, quizá para sacársela de encima, la profesora Lucía Atehortúa le propuso diversos retos para montar un proyecto que ya traía entre manos. Uno a uno, paso a paso Vanessa resolvió los desafíos que el diseño de la iniciativa le iba presentando y desde entonces se ganó el derecho a ingresar tempranamente al grupo de Biotecnología.

Tempranamente, como todo lo que caracteriza su vida signada por la biología, un campo ajeno a la formación en derecho que recibió su mamá en la Universidad de Antioquia y a la ingeniería en la que se preparó su papá en la Facultad de Minas de la Universidad Nacional.

La biomimética ha guiado el pensar y el actuar de Vanessa. Por eso trabaja en biotecnología, que es el diseño de la tecnología a partir de la biología, porque sabe y está convencida de que la evolución nos lleva años de ventaja y en los organismos, que ya han solucionado muchos problemas para poder sobrevivir, están las claves. Foto: Luis Javier Londoño Balvín.
Sus progenitores, aunque sorprendidos al principio cuando Vanesa les dijo que su determinación era ser bióloga, respaldaron, por su puesto, la decisión. Al fin y al cabo, la biología es la carrera que integra todo lo que define su personalidad y con la que vibra y sueña día y noche: la curiosidad, la innovación, el preguntarse constante por la fisiología y por la conducta de los organismos.

Es decir, todo lo que le gusta y lo que espera analizar con más detalle cuando se adentre en la biología molecular, campo que quiere profundizar con la misma inquietud de niña, cuando salía por los alrededores a explorar las plantas, recolectar semillas y preguntarse y preguntarse y preguntarse.

"Me quedé como en la etapa infantil", dice, sonríe, y se explica: "la biología es la única que puede responderme todas mis preguntas, todo lo que quiero saber". Y saber que en el bachillerato le gustaba más la química, porque le brindaba un horizonte cognoscitivo más amplio, más desafiante, que no conseguía con la biología tradicional que le impartían.

Aunque, a decir verdad, es probable que su profesor o su profesora se hubieran sentido rebasados por las tantas preguntas que proponía esa muchachita flaca, sin maquillaje, tímida, ensimismada en los problemas de la ciencia y ajena al mundillo moderno, que es como decir casi todo el mundo, de las caderas anchas y de los senos vistosos en los que andaban preocupadas sus compañeras.

"Escogí la biología porque es muy amplia, y puedo visualizar algo macro y luego meterme a algo muy micro, muy específico", dice con la misma espontaneidad con la que informa que acaba de ganar una beca para jóvenes emprendedores auspiciada por linkedln, y cuyas clases, virtuales en su totalidad, las dirigirá el propio fundador de la famosoa red empresarial del mundo.

Y está feliz y orgullosa, porque por esa vía va a conocer los líderes mundiales que, como ella, ya se destacan en emprendimiento e innovación. De hecho ya ha tenido que disputarle el tiempo a los examenes parciales y finales en la Usniversidad para preparar, como sus compañeros de beca en África, India, Londres, work-sfiops en los que discuten cómo sacar el mejor provecho a esta nueva experiencia y oportunidad que les ofrece linkedln.

Pero eso sí, aunque uno se pregunte a qué horas esta joven científica estudia, diseña proyectos, hace trabajo de campo y laboratorio, dicta talleres, rinde informes a la Alcaldía, atiende, a cualquier hora, las demandas de una beca on line, se divierte y descansa, lo cierto es que el tiempo le alcanza para dormir ocho horas reglamentarias y para jugar con su mascota que, seguramente, se rinde primero que ella.

Aun así, el tiempo le alcanza, cómo no, para divulgar la ciencia, otra de las tantas pasiones y de los tantos talentos que la definen. Y lo hace no solo mediante los proyectos de innovación que diseña, o las ponencias, sino también a través de las tecnologías como su propio blogspot —http://vanessarschild.Blogspot.com — que actualiza en español y en inglés, idioma que aprendió desde pequeña cuando veía y escuchaba las caricaturas en la producción original. LJLB

ALMA MATER N°613 VERSIÓN IMPRESA

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