ORIGINAL: OceanSentry
Lunes, 13 de Febrero de 2012 19:13
Parece que los elefantes marinos en la Antártida están empezando a sentir los efectos del calentamiento global después de que los científicos han descubierto que en aguas más templadas los elefantes marinos han de sumergirse a mayor profundidad para alimentarse. Inmersiones más profundas significan también menos tiempo para alimentarse, señalan los investigadores.
Los elefantes marinos del sur de la Isla Marion en el Océano Antártico son unos de los buzos más extremos, pasando el 65% de su tiempo por debajo de los 330 pies (100 metros), con una profundidad máxima de inmersión de 6.560 pies (2.000 metros). Son también la especie de foca más grande, con longitudes de hasta 22 pies (6,7 metros) y pesos de hasta 11.000 libras en los machos.
Parece que su profundidad de inmersión depende de la presa que buscan y, según han descubierto los investigadores, a medida que su entorno se calienta, los calamares y peces que normalmente se encuentran a 3.280 pies (1.000 metros) se ven obligados a ir en busca de aguas más profundas. En consecuencia, los elefantes marinos deben seguirlos.
"Lo más probable es que sus presas se sumerjan a mayor profundidad debido al aumento de las temperaturas del agua, obligando a los elefantes a seguirlas," dice en una declaración el investigador Horst Bornemann, del Instituto Alfred Wegener para la Investigación Polar y Marina.
Bornemann y sus colegas, incluyendo investigadores del Instituto de Mamíferos Marinos en Sudáfrica, sujetaron transmisores por satélite en las cabezas de más de 30 elefantes marinos. Los transmisores midieron la profundidad de inmersión, la temperatura y los niveles de salinidad del agua cada vez que los elefantes se sumergían. Cuando un elefante salía a la superficie para respirar, esa información era enviada vía satélite a las instituciones de investigación implicadas.
Los datos revelaron que los elefantes marinos hacían inmersiones más profundas en aguas templadas, de manera que tenían menos tiempo para buscar alimento. "Asumimos que los animales hallarán menos presas en masas de agua más templadas."
Para descubrir si los elefantes marinos están consiguiendo menos presas, los investigadores tienen intención de regresar a Isla Marion en abril y sujetar sensores de movimiento de mandíbula a los elefantes.
Los investigadores desconocen si esta colonia de elefantes marinos podrá adaptarse al calentamiento del océano, viendo dos opciones en el futuro: los elefantes pueden ampliar sus lugares de caza a masas de aguas más frías del Antártico o sumergirse a más profundidad. Sin embargo, señala el equipo, los elefantes marinos de la Isla Marion están ya cerca de alcanzar su límite fisiológico en profundidad de inmersión.
Parece que los elefantes marinos en la Antártida están empezando a sentir los efectos del calentamiento global después de que los científicos han descubierto que en aguas más templadas los elefantes marinos han de sumergirse a mayor profundidad para alimentarse. Inmersiones más profundas significan también menos tiempo para alimentarse, señalan los investigadores.
Los elefantes marinos del sur de la Isla Marion en el Océano Antártico son unos de los buzos más extremos, pasando el 65% de su tiempo por debajo de los 330 pies (100 metros), con una profundidad máxima de inmersión de 6.560 pies (2.000 metros). Son también la especie de foca más grande, con longitudes de hasta 22 pies (6,7 metros) y pesos de hasta 11.000 libras en los machos.
Parece que su profundidad de inmersión depende de la presa que buscan y, según han descubierto los investigadores, a medida que su entorno se calienta, los calamares y peces que normalmente se encuentran a 3.280 pies (1.000 metros) se ven obligados a ir en busca de aguas más profundas. En consecuencia, los elefantes marinos deben seguirlos.
"Lo más probable es que sus presas se sumerjan a mayor profundidad debido al aumento de las temperaturas del agua, obligando a los elefantes a seguirlas," dice en una declaración el investigador Horst Bornemann, del Instituto Alfred Wegener para la Investigación Polar y Marina.
Un elefante marino echado con un sensor en la cabeza. El sensor mide la posición del animal, la profundidad de las inmersiones, la temperatura del agua y su salinidad. CRÉDITO: Joachim Ploetz, Instituto Alfred Wegener. LiveScience |
Bornemann y sus colegas, incluyendo investigadores del Instituto de Mamíferos Marinos en Sudáfrica, sujetaron transmisores por satélite en las cabezas de más de 30 elefantes marinos. Los transmisores midieron la profundidad de inmersión, la temperatura y los niveles de salinidad del agua cada vez que los elefantes se sumergían. Cuando un elefante salía a la superficie para respirar, esa información era enviada vía satélite a las instituciones de investigación implicadas.
Los datos revelaron que los elefantes marinos hacían inmersiones más profundas en aguas templadas, de manera que tenían menos tiempo para buscar alimento. "Asumimos que los animales hallarán menos presas en masas de agua más templadas."
Para descubrir si los elefantes marinos están consiguiendo menos presas, los investigadores tienen intención de regresar a Isla Marion en abril y sujetar sensores de movimiento de mandíbula a los elefantes.
Los investigadores desconocen si esta colonia de elefantes marinos podrá adaptarse al calentamiento del océano, viendo dos opciones en el futuro: los elefantes pueden ampliar sus lugares de caza a masas de aguas más frías del Antártico o sumergirse a más profundidad. Sin embargo, señala el equipo, los elefantes marinos de la Isla Marion están ya cerca de alcanzar su límite fisiológico en profundidad de inmersión.
This ten minute video is in Spanish and was designed to support the curriculum at http://www.elephantseal.net. It was funded by the National Science Foundation and California State University Monterey Bay and is therefore in the public domain. - Henrik Kibak
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