ORIGINAL: Universidad Nacional
Palmira, ago. 14 de 2012 - Agencia de Noticias UN- Expertos de la UN encontraron, por primera vez, emisiones de dióxido de carbono (CO2) y metano (CH4) en los lags de Yahuarcaca en el Amazonas.
Cada quince días, en estos cuerpos de agua se tomaron las muestras para cuantificar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). |
En la actualidad, según los investigadores, estos son alimentados por el arroyo del mismo nombre, que no representa más del 10% de las aguas que ingresan al sistema. |
Esta información ayudará a caracterizar mejor los ecosistemas que también contribuyen a las emisiones. |
Sin embargo, diversos estudios han mostrado que los lagos, ciénagas, represas y zonas inundadas también podrían almacenar y liberar gran cantidad de carbono en sus formas de CO2 (dióxido de carbono) y CH4 (metano), pero, por el momento, estos cuerpos de agua no son considerados dentro de los balances propuesto por el IPCC.
“Teniendo en cuenta que estos modelos subestiman el aporte de CO2 y CH4 en ecosistemas acuáticos diferentes a los ríos, se buscó aportar información adicional para contribuir a los esfuerzos internacionales para cuantificar sus emisiones en zonas húmedas tropicales”, dice el profesor Juan Gabriel León, doctor en Dominio de las Ciencias de la Tierra y el Medioambiente y profesor de la UN en Palmira.
Toma de muestras
Por esta razón, el Institut de Recherche pour le Développement (IRD) de Francia y la UN desarrollaron una iniciativa sobre la cuenca amazónica que se centró en efectuar dicha cuantificación en los lagos de Yahuarcaca, en inmediaciones de Leticia (Amazonas).
En la actualidad, según los investigadores, estos son alimentados por el arroyo del mismo nombre, que no representa más del 10% de las aguas que ingresan al sistema, las cuales dependen del régimen de precipitación local. El aumento del nivel del río Amazonas inunda todo el sistema lagunar durante casi cuatro meses al año.
Según Dora Martín, magíster en Estudios Amazónicos de la UN: “esta dinámica les confiere a los lagos una característica esencial, que tiene que ver con la enorme variación del nivel del agua con respecto al régimen hidrológico propio del cauce principal, es decir, una gran importancia ambiental por almacenar el agua”.
Así, cada quince días, en estos cuerpos de agua se tomaron las muestras para cuantificar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
“En cada punto se escogieron zonas de máxima profundidad para medir también características físicas y químicas, así como los GEI disueltos en el agua y los flujos. Igualmente, en la zona litoral de los reservorios donde la profundidad es inferior a 10 metros, hicimos el mismo trabajo adicionando la cuantificación de los GEI que salen por ebullición”, afirma el profesor León, director de la investigación.
Sí hay emisión
Si el IPCC no tiene en cuenta estos cuerpos de agua continental para la medición de los GEI porque la hipótesis es que estos lugares no los expiden, la investigación comprobó que los lagos de Yahuarcaca sí contribuyen de manera significativa a su emisión.
“En todas las estaciones, la evolución de concentraciones de CO2 y de CH4 es la misma y se comporta de la misma manera: en aguas altas estos gases se acumulan en el fondo de la columna de agua en cantidades considerables”, explica el profesor León.
En contraste, en épocas de poca agua, como en sequía, se halló que las concentraciones de oxígeno son más elevadas y las de CO2 más débiles. Esto, según el profesor Frederic Guerin, investigador del IRD en Francia, “puede resultar de un aporte mínimo de materia orgánica que viene de la cuenca, lo que limita la respiración del sistema acuático”.
Así, el experto afirma que los lagos estudiados liberan considerables cantidades de GEI, pues su zona de inundación expide entre 13 y 370 milimoles por metro cuadrado por día de CH4 y de CO2, así como 38 de CH4 por ebullición, que constituyen el 75% de los flujos de metano hacia la atmósfera.
Esta información ayudará a caracterizar mejor los ecosistemas que también contribuyen a las emisiones, los cuales, por lo general, son achacados solo a la actividad humana. Así, se tendrá un panorama real del papel que cumple la naturaleza en el calentamiento global, un fenómeno que, según esta clase de investigaciones científicas, es más normal de lo que se pensaba.
(Por:Fin/JCR/clc/fgd)
N° 34
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