ORIGINAL: El Espectador
Sep 02 - 2013
Sep 02 - 2013
Desde mañana los ciudadanos podrán movilizarse en 50 vehículos que no necesitan de combustible fósil y no producen ruido.
Por fin arrancó en Bogotá el primer proyecto piloto de movilidad eléctrica en el transporte público. Desde mañana usted podrá subirse a alguno de los 50 taxis que no necesitan combustible fósil y no producen ruido, los cuales fueron entregados oficialmente ayer en la capital del país a sus nuevos conductores.
El cambio será rotundo para los taxistas de la ciudad que tendrán a cargo los vehículos. Antes con un vehículo tradicional podían recorrer 250 kilómetros con seis galones de combustible que costaban más de $50.000. Ahora podrán rodar 300 kilómetros con una recarga de energía de dos horas por la que tendrán que pagar $31.500.
Inicialmente, la recarga de los taxis, que por ahora tendrán colores blanco y azul, se hará en la estación subterránea del Parque Tercer Milenio, mientras el Distrito y la empresa de energía Codensa disponen el resto de puntos que estarán disponibles hacia finales del año en el Parque El Tunal, la calle 106 con carrera 17 y la Unidad Deportiva El Salitre.
Pero ¿cómo organizará su turno un conductor?
El cambio será rotundo para los taxistas de la ciudad que tendrán a cargo los vehículos. Antes con un vehículo tradicional podían recorrer 250 kilómetros con seis galones de combustible que costaban más de $50.000. Ahora podrán rodar 300 kilómetros con una recarga de energía de dos horas por la que tendrán que pagar $31.500.
Inicialmente, la recarga de los taxis, que por ahora tendrán colores blanco y azul, se hará en la estación subterránea del Parque Tercer Milenio, mientras el Distrito y la empresa de energía Codensa disponen el resto de puntos que estarán disponibles hacia finales del año en el Parque El Tunal, la calle 106 con carrera 17 y la Unidad Deportiva El Salitre.
Pero ¿cómo organizará su turno un conductor?
José Parmenio Jiménez, uno de los propietarios de estos taxis, explica que él o la persona que conduzca su vehículo saldrá a las 5 de la mañana y terminará a las 9 de la noche. “La idea es que pueda hacer una recarga de una hora al mediodía y otra al finalizar el recorrido” para completar las dos horas, explica.
Conductores como José asumieron el riesgo de innovar con un vehículo que es costoso, pues su valor está alrededor de $88 millones, mientras uno que funciona con combustible fósil vale algo más de $30 millones. Sin embargo, Andrés Harker, director del programa de movilidad eléctrica de Codensa, dice que se trata de una inversión que con el tiempo se podrá recuperar, ya que además del ahorro en las recargas de energía, los vehículos no necesitan filtros ni aceites.
Los taxis eléctricos tampoco tendrán Pico y Placa, como parte de uno de los incentivos que acordó la administración distrital cuando decidió hacer parte de este proyecto con el apoyo de la Iniciativa Climática Clinton.
Ahora los taxistas de Bogotá están a la expectativa de los resultados de este programa piloto para saber si siguen en el negocio de la movilidad eléctrica. “Lo importante es que den la talla, porque no van a tener sino un conductor y ya no van a trabajar durante 24 horas”.
Para los usuarios, la tarifa seguirá siendo la misma e incluso, la Alcaldía Mayor no descarta posibles rebajas en la medida en que aumente la demanda del transporte público en la ciudad. En América Latina existen otros proyectos de taxis eléctricos, uno de ellos avanza en Ciudad de México, donde hay 20 vehículos que circulan en el centro histórico, y el otro funciona en Río de Janeiro con dos carros. En Shenzhen, China, funciona el programa de taxis eléctricos más grande, con 300 vehículos distribuidos por la compañía BDY, la misma que trajo los 50 de Bogotá.
Este miércoles en Londres se entregará el premio a las ciudades líderes en la lucha contra el cambio climático, donde la capital colombiana está dentro de las nominadas por el piloto de taxis eléctricos.
Conductores como José asumieron el riesgo de innovar con un vehículo que es costoso, pues su valor está alrededor de $88 millones, mientras uno que funciona con combustible fósil vale algo más de $30 millones. Sin embargo, Andrés Harker, director del programa de movilidad eléctrica de Codensa, dice que se trata de una inversión que con el tiempo se podrá recuperar, ya que además del ahorro en las recargas de energía, los vehículos no necesitan filtros ni aceites.
Los taxis eléctricos tampoco tendrán Pico y Placa, como parte de uno de los incentivos que acordó la administración distrital cuando decidió hacer parte de este proyecto con el apoyo de la Iniciativa Climática Clinton.
Ahora los taxistas de Bogotá están a la expectativa de los resultados de este programa piloto para saber si siguen en el negocio de la movilidad eléctrica. “Lo importante es que den la talla, porque no van a tener sino un conductor y ya no van a trabajar durante 24 horas”.
Para los usuarios, la tarifa seguirá siendo la misma e incluso, la Alcaldía Mayor no descarta posibles rebajas en la medida en que aumente la demanda del transporte público en la ciudad. En América Latina existen otros proyectos de taxis eléctricos, uno de ellos avanza en Ciudad de México, donde hay 20 vehículos que circulan en el centro histórico, y el otro funciona en Río de Janeiro con dos carros. En Shenzhen, China, funciona el programa de taxis eléctricos más grande, con 300 vehículos distribuidos por la compañía BDY, la misma que trajo los 50 de Bogotá.
Este miércoles en Londres se entregará el premio a las ciudades líderes en la lucha contra el cambio climático, donde la capital colombiana está dentro de las nominadas por el piloto de taxis eléctricos.
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