ORIGINAL: El Colombiano
Por MARIO A. DUQUE CARDOZO
Por MARIO A. DUQUE CARDOZO
26 de agosto de 2013
La directora de Colciencias, Paula Marcela Arias, le apostó a la modernización de la entidad para hacer mover la llamada locomotora de la innovación.
Paula Marcela Arias lleva seis meses al frente de Colciencias. La entidad es un botín para la ciencia, con dos billones de pesos para poner a mover la llamada locomotora de la innovación.
¿Cómo va Colciencias?
"Es una institución con una gente buenísima, con gran conocimiento. Mi percepción es que desafortunadamente no estaba preparada para asumir los ritmos que el nuevo siglo exige. Así que cuando se habla de innovación, de investigación aplicada, de proyectos con la industria, de desarrollo en las regiones, pues no estábamos preparados para asumir esos retos".
¿Qué hacer, entonces?
"Un proceso de modernización. Empezamos con los sistemas de información, que los que tenemos son de los años 90. Y tenemos un rediseño de los procesos para interactuar mejor con nuestros usuarios. Y estamos en el rediseño de las estructuras de las convocatorias para hacerlas más ágiles y mejor dirigidas".
¿Y la investigación?
"El foco es la modernización. Pero tenemos que asumir realmente la locomotora de la innovación, que es una locomotora de largo plazo. Estamos en el proceso de siembra. Se hizo el cambio en las regalías para redistribuirlas y poner una buena parte de ellas en investigación. Ahora sí se ve a los gobernadores hablando de ciencia, de proyectos, de investigaciones".
¿Pero en qué centrar la investigación?
"Este semestre va a estar enfocado en convocatorias que tienen que ver con fortalecimiento y generación de productos nuevos para las empresas, una convocatoria de innovación abierta que se hará en conjunto con Innpulsa (la agencia para los procesos de innovación volcados hacia el empresario) y una de desarrollo tecnológico, centrada en descubrir las investigaciones del sector académico que tienen potencial para convertirse en productos o servicios y que les faltan algún proceso. Vamos a apoyar todo el proceso tecnológico".
¿Quiénes seleccionan los proyectos?
"Los mismos académicos. Definimos una serie de evaluadores con más de cinco mil pares académicos que son los que evalúan y de acuerdo con las calificaciones vamos asignando".
¿Cómo cuidar esos recursos, que vienen de las regalías?
"Ese dinero se cuida solo, porque el esquema del ejercicio permite un balance de actores que unos se controlen a los otros. Los comités regionales de ciencia e innovación filtran los proyectos porque saben evaluar su pertinencia. En Colciencias los pares también son un filtro. El dinero se les gira a las gobernaciones desde Hacienda para que contraten la ejecución".
¿No le parece un riesgo político esa cadena?
"No, para nada. Lo que hay que dejar claro es que las regalías no son de los gobernadores, sino de los departamentos. Aunque es cierto que al sector académico, que es el que presenta los proyectos, les da dolor de barriga tener que pasar por la mirada de otros actores, algo a lo que no están acostumbrados".
¿Pero habrá algo de amiguismo en la aprobación de proyectos?
"Si el proyecto es bueno no debería pasar eso. El primer filtro son los comités regionales que miran si está bien presentado, si es pertinente y está dentro de los presupuestos".
¿Necesitamos más grupos de investigación?
"No queremos más grupos, sino mejores, más fuertes. Este semestre habrá un cambio en el proceso de indexación de las revistas científicas del país y vamos a sacar a discusión el modelo de calificación de los grupos. Queremos grupos más cargados al tema de patentes y de producción con impacto que a la simple producción académica".
¿Cuántos grupos de investigación hay en el país?
"Más de la cuenta. Estamos alrededor de los 6.000. Tenemos que recalificar los grupos para saber en qué están y qué producen, pero más importante es acompañar los procesos que terminan en algún tipo de investigación que pueda ir al mercado, que es un foco que ha faltado en Colciencias".
Pero necesitamos más investigadores ¿o no?
"Se necesitan más y mejores investigadores. Gente que produzca en concreto. Nuestras tasas son muy bajas. No tenemos el número de investigadores para el desarrollo que necesitamos. Pero este año tenemos $182.000 millones más en becas para formar doctores en el exterior".
¿Hay mucha fuga de cerebros?
"No tanto. El modelo de becas-crédito condonables ayuda a que regresen".
Pero sí hay investigadores que están por fuera y que encuentran difícil el regreso...
"El que quiera hacerse rico que no se dedique a ser investigador o profesor universitario".
¿Es posible traer a los que están regados por el mundo?
"No se puede pelear contra lo obvio. Si la gente está bien acomodada, investigando y ganando bastante, para qué le dices que lo vas a traer si no tienes las condiciones. Estamos en el proyecto Construcción de la diáspora científica colombiana, para que los científicos colombianos en el exterior trabajen en conjunto con los que están acá".
Paula Marcela Arias llegó a Colciencias en reemplazo de Carlos Fonseca, quien duró nueve meses en el cargo. FOTO JULIO CÉSAR HERRERA |
Paula Marcela Arias lleva seis meses al frente de Colciencias. La entidad es un botín para la ciencia, con dos billones de pesos para poner a mover la llamada locomotora de la innovación.
¿Cómo va Colciencias?
"Es una institución con una gente buenísima, con gran conocimiento. Mi percepción es que desafortunadamente no estaba preparada para asumir los ritmos que el nuevo siglo exige. Así que cuando se habla de innovación, de investigación aplicada, de proyectos con la industria, de desarrollo en las regiones, pues no estábamos preparados para asumir esos retos".
¿Qué hacer, entonces?
"Un proceso de modernización. Empezamos con los sistemas de información, que los que tenemos son de los años 90. Y tenemos un rediseño de los procesos para interactuar mejor con nuestros usuarios. Y estamos en el rediseño de las estructuras de las convocatorias para hacerlas más ágiles y mejor dirigidas".
¿Y la investigación?
"El foco es la modernización. Pero tenemos que asumir realmente la locomotora de la innovación, que es una locomotora de largo plazo. Estamos en el proceso de siembra. Se hizo el cambio en las regalías para redistribuirlas y poner una buena parte de ellas en investigación. Ahora sí se ve a los gobernadores hablando de ciencia, de proyectos, de investigaciones".
¿Pero en qué centrar la investigación?
"Este semestre va a estar enfocado en convocatorias que tienen que ver con fortalecimiento y generación de productos nuevos para las empresas, una convocatoria de innovación abierta que se hará en conjunto con Innpulsa (la agencia para los procesos de innovación volcados hacia el empresario) y una de desarrollo tecnológico, centrada en descubrir las investigaciones del sector académico que tienen potencial para convertirse en productos o servicios y que les faltan algún proceso. Vamos a apoyar todo el proceso tecnológico".
¿Quiénes seleccionan los proyectos?
"Los mismos académicos. Definimos una serie de evaluadores con más de cinco mil pares académicos que son los que evalúan y de acuerdo con las calificaciones vamos asignando".
¿Cómo cuidar esos recursos, que vienen de las regalías?
"Ese dinero se cuida solo, porque el esquema del ejercicio permite un balance de actores que unos se controlen a los otros. Los comités regionales de ciencia e innovación filtran los proyectos porque saben evaluar su pertinencia. En Colciencias los pares también son un filtro. El dinero se les gira a las gobernaciones desde Hacienda para que contraten la ejecución".
¿No le parece un riesgo político esa cadena?
"No, para nada. Lo que hay que dejar claro es que las regalías no son de los gobernadores, sino de los departamentos. Aunque es cierto que al sector académico, que es el que presenta los proyectos, les da dolor de barriga tener que pasar por la mirada de otros actores, algo a lo que no están acostumbrados".
¿Pero habrá algo de amiguismo en la aprobación de proyectos?
"Si el proyecto es bueno no debería pasar eso. El primer filtro son los comités regionales que miran si está bien presentado, si es pertinente y está dentro de los presupuestos".
¿Necesitamos más grupos de investigación?
"No queremos más grupos, sino mejores, más fuertes. Este semestre habrá un cambio en el proceso de indexación de las revistas científicas del país y vamos a sacar a discusión el modelo de calificación de los grupos. Queremos grupos más cargados al tema de patentes y de producción con impacto que a la simple producción académica".
¿Cuántos grupos de investigación hay en el país?
"Más de la cuenta. Estamos alrededor de los 6.000. Tenemos que recalificar los grupos para saber en qué están y qué producen, pero más importante es acompañar los procesos que terminan en algún tipo de investigación que pueda ir al mercado, que es un foco que ha faltado en Colciencias".
Pero necesitamos más investigadores ¿o no?
"Se necesitan más y mejores investigadores. Gente que produzca en concreto. Nuestras tasas son muy bajas. No tenemos el número de investigadores para el desarrollo que necesitamos. Pero este año tenemos $182.000 millones más en becas para formar doctores en el exterior".
¿Hay mucha fuga de cerebros?
"No tanto. El modelo de becas-crédito condonables ayuda a que regresen".
Pero sí hay investigadores que están por fuera y que encuentran difícil el regreso...
"El que quiera hacerse rico que no se dedique a ser investigador o profesor universitario".
¿Es posible traer a los que están regados por el mundo?
"No se puede pelear contra lo obvio. Si la gente está bien acomodada, investigando y ganando bastante, para qué le dices que lo vas a traer si no tienes las condiciones. Estamos en el proyecto Construcción de la diáspora científica colombiana, para que los científicos colombianos en el exterior trabajen en conjunto con los que están acá".
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