ORIGINAL: El Colombiano
27 de abril de 2013
El Ministro cree que Medellín y Glasgow serán grandes ciudades inteligentes. FOTO JAIME PÉREZ |
David Willetts, ministro británico de Universidades y Ciencia, le apuesta a la inclusión en las U, sin límites de edad o estrato social, para ponerlas en motor de desarrollo.
Un país en el que los buenos estudiantes de escasos recursos reciban cartas de felicitación por parte del Gobierno y en el que no sea una novedad ver alumnos mayores de 60 años de edad en las aulas de los campus es el que quiere David Willets, ministro británico de Universidades y Ciencia, quien estuvo esta semana en Medellín.
Este inglés, de mirada escrutadora, oído atento y palabras precisas, es el cerebro detrás de una propuesta educativa que quiere instaurar la universidad como motor del desarrollo de un país cuyas políticas tienden a reducir el gasto público y apuestan por la educación técnica en medio de una golpeada economía.
Por ello vino a tierras más cálidas, en las que la etiqueta "ciudad más innovadora del mundo" empieza a atraer miradas diferentes a las del escrutinio y el prejuicio, legado del narcotráfico y la violencia, para buscar nuevas maneras de emplear la energía creativa de los ingleses y estrechar la relación entre educación y desarrollo, así como los lazos de cooperación entre ambos países en dichos frentes.
"Me gustaría ver a investigadores británicos y colombiano trabajando lado a lado, abordando problemas en cuyas soluciones tengamos un interés común -dice Willetts, reforzando sus palabras con gestos precisos de sus manos- podemos, por ejemplo, tratar de comprender juntos la extraordinaria biodiversidad colombiana", añade.
Al respecto habló con el Gobernador de Antioquia, Sergio Fajardo Valderrama, con quien analizó también las fortalezas de nuestro departamento y discutió la manera de dar forma a una relación más estratégica desde la educación.
De ese cruce de ideas nacieron tres conclusiones:
- tratar de crear puentes entre la Universidad de Antioquia y universidades británicas;
- fomentar el emprendimiento a través de grupos de trabajo con expertos de ambas naciones y
- hallar la forma en la que Reino Unido pueda contribuir al desarrollo de 80 parques educativos que construirá la Gobernación.
"Tenemos la experiencia y podríamos proveer instalaciones para esos parques educativos -indica el inglés- Podrían ser centros de idiomas o lugares para complementar el aprendizaje en línea con la ayuda de tutores".
Educado para educar
Más de dos décadas en la política, apostando por aproximaciones académicas y teorías sociales a la hora de trazar sus propuestas, le dejaron como legado el sobrenombre de 'Two Brains' (dos cerebros), una referencia también al tamaño de su cráneo.
"Me imagino que existen peores sobrenombres. 'Dos barbillas' sería mucho peor" respondió alguna vez sonriendo a la periodista Caroline Crampton.
De sus 57 años de edad separó tres (de 2007 a 2010), para ejercer como Secretario de Estado para los Negocios, Innovación y Habilidades del "gabinete sombra" (una figura que garantiza la participación de la oposición en el sistema político inglés), lo que le dio la experiencia para hablar sin tapujos de nuevas formas de educar para el desarrollo.
"Los ingleses, como los colombianos, somos un poco excéntricos y de espíritu libre, por lo que vemos y hacemos las cosas de una manera profundamente diferente, afirma, -sus dedos se juntan y señalan para enfatizar su idea-. De otro lado, el Gobierno tiene un poder muy limitado sobre las universidades, pues les da libertad absoluta para desarrollar sus investigaciones".
Ese consejo y otros más trajo en la bolsa para ofrecer a nuestros gobernantes. De ella extrajo también un argumento que podría dar pistas a Medellín sobre cómo aprovechar más el potencial innovador de sus emprendedores: la amplia experiencia inglesa en el apoyo a empresas emergentes y en la transformación de pequeñas compañías en grandes oportunidades de negocio.
"Al alcalde de Medellín, Aníbal Gaviria Correa, le hablé de una investigación sin precedentes que Reino Unido adelanta en ciudades inteligentes y de la que ustedes pueden aprovechar el increíble flujo de información sobre energía, transporte, medicina, entre otros frentes, que hay en su ciudad, aprovechando los potenciales individuales de su gente, así como las nuevas tecnologías".
A contracorriente
Tras el fondo azul oscuro de su corbata, tapizado de figuras en tonos tierra regadas desordenadamente sobre la prenda, el Ministro inglés expone trazos de un plan que permiten adivinar a un estratega político que defiende férreamente los intereses de la cartera a su cargo.
Y es que a pesar de que el primer ministro inglés, David Cameron, y el ministro de Negocios y Educación, Matthew Hancock, dejaron claro que la apuesta del Gobierno es favorecer la formación de aprendices, como parte de la estrategia para fortalecer la economía, Willetts se ha asegurado de que los recortes no toquen el presupuesto para las universidades y quiere poner a esas instituciones como núcleo del desarrollo.
"Hemos protegido el presupuesto para la ciencia, que es de 4,6 billones de libras esterlinas anuales, y asegurado apoyo monetario extra para inversión de capital e inversión en tecnología", explica.
Su trabajo ha permitido que mientras otras carteras ven cómo sus recursos se reducen considerablemente el dinero para las universidades se siga incrementando "a pesar de que este Gobierno tiene un serio problema de liquidez", como él mismo aclara.
"Yo digo a las universidades que por cada libra que pone el Gobierno quiero que ellas encuentren dos libras de inversionistas privados, lo que permitió añadir un billón de libras al sistema en el último año. De ellos, el Gobierno ha puesto 300 millones, mientras que empresas, socios comerciales y hasta la caridad han puesto cerca de 600 millones".
El resultado: Reino Unido aparece de segundo en el listado mundial de países con mayor calidad en sus claustros universitarios y más fortaleza en sus relaciones comerciales.
Aprobación
Algunas de las propuestas de Willetts lo han hecho blanco de fuertes críticas, entre ellas las de querer llevar a los adultos mayores a la universidad y enviar cartas para animar a estudiantes de escasos recursos con buenos resultados en las pruebas para obtener el Certificado General de Educación Secundaria (Gcse, por sus siglas en inglés), con el fin de animarlos a ir a la universidad.
"Estos estudiantes necesitan que los estimulen, pero requieren más ayuda financiera. En Estados Unidos, cuna de la propuesta original del envío de cartas, un análisis nacional entre estudiantes de secundaria mostró que el 76 por ciento de los que obtuvieron mejores resultados y pertenecían a los estratos bajos, fueron rechazados en las universidades", aseguró la columnista de The Observer, Barbara Ellen.
La respuesta de Willetts: un abanico de posibilidades. "Hay préstamos y becas, pero creo que lo importante es que somos buenos en la educación en línea, o lo que nosotros llamamos educación combinada, con algunos cursos virtuales y otros presenciales. Es también importante tener universidades con bajos costos en todo el país", explica.
Respecto a su iniciativa de abrir la posibilidad de hacer préstamos para educación superior a personas de cualquier edad, que estuvo hasta hace poco reservada a menores de 54 años, surgen dudas sobre la disposición de las entidades financieras y el mercado laboral para respaldar tal aventura.
"Estamos rompiendo con la idea de que sólo puedes ir a la universidad si tienes 18 ó 19 años de edad, tras salir de secundaria. Creemos en una sociedad en la que existan las segundas oportunidades", argumenta David Willetts.
Para respaldar su decisión, mantendrá los ojos en las cifras, las cuales indican, por ahora que de 552.240 estudiantes que iniciaban la universidad el año pasado sólo 1940 eran mayores de 60 años de edad.
"Creo que es lo correcto. Que las universidades estén disponibles para las personas sin importar la edad que tengan, pues muchas personas maduras sueñan con acceder a la educación superior".
OPCIONES
MEDELLÍN BUSCA FORTALECER INTERCAMBIO
El alcalde de Medellín, Aníbal Gavíria Correa, quiere sacar chispas de la simbiosis entre la experiencia de Reino Unido en innovación y el fortalecimiento de la transferencia en tecnología en Medellín.
- Entre las expectativas está la búsqueda de alternativas para mejorar la tecnología en empresas y universidades, fomentar la investigación internacional y sacar adelante los proyectos Ruta N y el distrito tecnológico de Sevilla.
- Tras invertir cerca de $40 millones para fortalecer el bilingüismo, Medellín quiere la ayuda de Reino Unido para fomentar el uso masivo de las nuevas tecnologías.
EN DEFINITIVA
Abrir la universidad a todos e incrementar la inversión en ciencia y educación superior son las propuestas a contracorriente, en plena crisis europea, del Ministro inglés de Universidades y Ciencia.
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