domingo, 14 de abril de 2013

“Bumangueses entendieron que el agua no sale de la llave, sino que viene de los páramos”

ORIGINAL: Vanguardia
Por XIOMARA MONTAÑEZ MONSALVE
14 de Abril de 2013

“Bumangueses entendieron que el agua no sale de la llave, sino que viene de los páramos”
(Foto: César Flórez León / VANGUARDIA LIBERAL)

Trabajó en el Ministerio de Ambiente, en el sector minero y participó en la reforma al Código Minero. Hoy, lejos de estos escenarios, el geólogo Julio Fierro Morales ha emprendido desde la academia y lo científico la defensa del agua , especialmente de los páramos. Muchos aseguran que es obstáculo para las grandes multinacionales que explotan oro y carbón, pero él no se ve así.


Julio Fierro Morales, geólogo, especialista en geotecnia, profesor de la Universidad Nacional, experto en minería, asesor de la Contraloría General de en Asuntos Ambientales y de la Secretaría Distrital del Medio Ambiente de Bogotá, y exasesor del ministerio de Ambiente, asegura que es un amante de los páramos y que no hay nada más ético que defender el agua y el paisaje. 

En su recorrido por todo el país, presentando ponencias sobre por qué no es viable la minería en Colombia, Fierro Morales no solo se ha encontrado con las bondades y belleza de los páramos. También ha escuchado a contradictores que lo señalan de ser “un obstáculo” y de tener “intereses oscuros” en el sector minero emergente. 

Sin embargo, como aseguró en diálogo con Vanguardia Liberal tras su visita a Bucaramanga, Fierro Morales dice que su debate es académico, técnico y científico, y que el peor destino que se le puede desear a Colombia es ser una colonia, no de otro Estado, sino de empresas trasnacionales mineras y petroleras. 

Preguntas y repuestas 

¿Cuál es la realidad de los recursos naturales en Latinoamérica? 
Nos están poniendo como unos ‘paísitos’ cuyo destino es dar unas materias primas para el desarrollo y el bienestar de los países centrales. Creo que nos merecemos otro tipo de destino, nosotros no tenemos por qué ser los huecos, las canteras y las minas de países desarrollados. Entonces, ¿por qué no pensamos en una mirada más estratégica de los recursos? Deberíamos sacarlos nosotros como país, eventualmente transformándolos, y permitiendo el crecimiento de sectores productivos y no simplemente el modelo actual, en el que todas estas cosas se les dan a empresas trasnacionales, que no pagan sus regalías en su totalidad. El modelo que tenemos no nos favorece y creo que si uno compara esto con el modelo chileno, este tiene una empresa minera de capital público que es Codelco, que tiene la mayor parte del negocio del cobre y eso hace que la renta minera sea mucho mayor. En el caso de Bolivia, ellos tienen cooperativas que son impulsadas por el Estado, a pesar de los graves problemas ambientales. En Ecuador, el gobierno se queda con gran parte de la renta minera y se invierte en infraestructura. No obstante, lo que uno puede ver es que los impactos ambientales son gigantescos y que a largo plazo no hay nada que pague el daño que uno le produce al suelo y al agua para siempre. 

¿Hacía dónde debe mirar Colombia? 
Podemos ver el espejo al otro lado de la frontera: ¿Ha servido de algo el hecho de que Venezuela lleve casi 100 años explotando petróleo? ¿Dónde está la innovación, la tecnología creada, la inventiva, la no pereza de una sociedad? Eso no lo podemos ver. Lo que está sucediendo en el Congo, África, también es un ejemplo, un país en guerras civiles impulsadas por empresas trasnacionales que quieren quedarse con el negocio. 

¿Por qué defender los recursos naturales en un modelo económico de consumo? 
El oro se volvió muy importante como soporte de valor y, desde el 2002 hasta hoy, casi que se ha multiplicado por diez el valor de su venta en el mercado internacional. ¿Por qué defenderlos? Por un lado están China e India jalonando ese consumo de materia prima. Por otro lado nuestro Gobierno, que dijo que es maravilloso este neocolonialismo económico, donde las empresas sí pueden hacer las cosas, mientras que el Estado lo único que tiene es que fiscalizar un poquito nada más. Esto es como una nueva religión, no hay nada que compruebe que eso es bueno, eso es una fe. No hay argumentos racionales para hacer un debate. Las empresas son como las iglesias y tenemos que darles todo, porque lo estatal, lo público, es corrupto. 

¿Quiénes han impulsado esa ‘nueva religión’? 
Los últimos gobiernos, y en particular el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, que regaló el subsuelo colombiano, cosa que en el Gobierno actual no ha cambiado mucho. Ese regalo del subsuelo se resume en la ley colombiana, en el Código de Minas, Ley 685 de 2001. Palabras más, palabras menos, aquí no importa quién me lo pida, dónde me lo pida y quién soy, simplemente se lo doy. Así está la ley colombiana. La prostitución del subsuelo colombiano no va a llevar a nada bueno. Diferente la política petrolera colombiana, en donde el subsuelo petrolero se lo da a quien mejores condiciones técnicas, sociales y económicas ofrezca. 

¿Las herramientas políticas y jurídicas que ofrecer el Estado colombiano son suficientes? 
El modelo de política minera que tenemos es nocivo para el país, mucho menos nocivo es el modelo petrolero. Además, hay una diferencia fundamental entre los dos modelos y es que Colombia tiene una empresa petrolera de capital predominantemente público llamada Ecopetrol. 

Actuar de la sociedad 

¿La sociedad civil, en particular la santandereana, es consciente de la pérdida de sus recursos naturales? 
Para lo que ha servido este debate minero ambiental, que los señores de minería dicen que es un debate falso y de solo ambientalistas, es para muchos colombianos y en particular los bumangueses entiendan que el agua no sale de la llave, sino que viene de la alta montaña y del páramo, del bosque altoandino y de los páramos. Bucaramanga es el mejor ejemplo que tiene el país en este momento, 

¿Quién más debe pronunciarse en defensa de los recursos naturales? 
La institucionalidad ambiental es la primera que debe estar encargada, por su misión de velar por la conservación de los recursos. Y esa institucionalidad ambiental está regida por el Ministerio de Ambiente, que es el que define las políticas ambientales en este país. Tenemos un Ministerio debilitado, prácticamente desaparecido, en debate público; un Ministerio al que además le quitaron los dientes que era la potestad de dar las licencias ambientales, porque crearon una agencia de licencias ambientales para darles la licencia a los proyectos más grandes. Luego están las Corporaciones Autónomas Regionales, que deberían cumplir con la norma para la cual fueron creadas, que es la defensa del ambiente. Y finalmente la institucionalidad minera (Ministerio de Minas y Energía), que no está para defender los intereses de las mineras, está para defender la gestión de los recursos mineros y uno ve que eso no está sucediendo. 

¿Qué reparos tiene sobre la declaratoria del Parque Santurbán? 
Una debilidad latente de la institucionalidad ambiental que acaba de declarar ese parque. Hay reportes de que las empresas mineras continúan sus labores de exploración dentro del páramo, cosa que no podía permitirse. ¡Y dicen que porque no existe licencia ambiental no podemos hacer nada. Esto no es cierto! Las Corporaciones Autónomas Regionales son las encargadas de velar por la preservación de la funcionalidad ecosistémica, pero uno no ve el actuar de la institucionalidad ambiental en ese caso. Una cosa que se debe dejar clara y que puede ser la disculpa que tiene esto es que la declaratoria de un parque es una decisión política que se basa en argumentos técnicos. Los páramos existen, estén o no declarados, y tiene que ser cuidados. Los páramos no solo nos dan buena agua en cantidad, sino que nos dan agua cristalina. Eso significa, entre otras cosas, que no hay que invertir para tratar el agua que viene del páramo, que la puede consumir la comunidad. 

La ley ambiental dice que una cuenca hidrográfica debe ser adquirida por el municipio, y lo que se ve en Santander es que las empresas mineras están adquiriendo una cantidad de predios en estas cuencas abastecedoras de agua. Lo que uno ve aquí es que todo el mundo tiene miedo de los derechos de los mineros y ¿dónde están los derechos de una ciudadanía de tomar un agua limpia? ¿Acaso esos derechos no valen? ¿Vale más el derecho de una empresa que el derecho de una ciudadanía que supera el millón de habitantes? No es así. Hay que hacer respetar la ley, la Constitución, y la prelación la tienen los derechos colectivos. 

Entre defensas y amenazas 

Muchos lo señalan de ser “un obstáculo” para la minería en Colombia. ¿Qué piensa de esto? 
No creo que sea un obstáculo. Una persona sola no hace nada. Lo que hay aquí es una serie de personas que estamos haciendo reparos. Yo soy un académico y hago reparos desde la geoquímica, de la hidrogeología, desde la geotécnica y desde un punto de vista técnico y científico. Cuando hay debates técnicos y científicos, nunca he tenido un contradictor que logre dar una argumentación en contra sobre que no existe una mina que pueda ser mostrada como un ejemplo en este país. Yo he trabajado y trabajé mucho tiempo en la industria minera y jamás he visto esto. 

Considero que se necesita cierta minería para el desarrollo del país, pero el hecho de que esa minería sea necesaria no significa que se tenga que hacer en cualquier lugar y de cualquier manera. Somos muchos los preocupados por esto, académicos, exministros, universitarios, biólogos, sociólogos, abogados, sindicatos, empresas de acueductos, campesinos e indígenas, con argumentos técnicos, científicos, jurídicos y económicos, que dicen que este modelo es una ruta hacia un absoluto fracaso. 

¿Cuál es el mayor riesgo que ha corrido defendiendo esta causa? 
No he tenido problemas, a veces hay ciertas amenazas pero no puedo decir que me hayan amenazado de manera directa. Y esperamos que de la manera en que llevamos el debate, que es un debate técnico, académico y científico, se siga dando. Pero a veces ciertos representantes de empresas mineras dicen que nosotros somos representantes de “intereses oscuros” y me pregunto: ¿será que defender el agua es un interés oscuro? ¿Será que no hay nada más ético y cristalino que defender el agua y los territorios no solo para los que los habitan ahora sino para los que vienen? 

¿Julio Fierro ha usado algún accesorio de oro? 
Nunca. Lo que sí tengo es un computador y celular, y no sé qué cantidad de oro tengan este tipo de aparatos. Lo que sí le puedo decir, de acuerdo con investigaciones, es que 
  • el 11% del oro que se extrae en el mundo se usa para la tecnología; 
  • el 40% se usa como soporte de valor, es decir, los ricos del mundo lo tienen en lingotes guardados en cajas fuertes. 
  • El otro 50% es para el uso suntuario, para que la gente se ponga manillas, collares, cadenas, anillos. 
Entonces, el 90% del oro tiene un uso que no entra en los metabolismos sociales y económicos de las sociedades que lo usan. No necesitamos hacer más minas de oro, los usos tecnológicos puede reemplazar el oro por otro tipo de metales que tengan características similares. Es fácil prescindir del oro, sobretodo cuando por cada gramo de oro se contamina en promedio de 500 a 600 litros de agua y hay que mover entre tres y cuatro toneladas de roca, que van a generar problemas de contaminación de agua. 

La solución 

¿Qué tipo de minería se debe hacer y en dónde? 
En Colombia debemos saber que en las cuencas que dan agua a los ciudadanos y que dan agua para la agricultura no se puede hacer cierto tipo de minería, ni la de carbón ni la de metálicos, porque el carbón y los metálicos están muy mal acompañados dentro de las montañas, porque tienen una cantidad de elementos tóxicos que cuando se hace minería y se expone al agua, al sol y al viento generan oxidación, que contamina el agua y del suelo. Ese proceso no se puede impedir y va a ocurrir, porque las leyes químicas así lo establecen, porque cuando yo saco de su equilibrio estos materiales que están en las montañas y llanuras y formo montañas artificiales, contaminan. 

¿A dónde debemos llegar entonces si ya tenemos minería en casi todo el país? 
Creo que este país tiene que haber una moratoria de la minería de los metálicos, tal como está haciendo Costa Rica, donde no se permite y está prohibida la minería de metálicos a cielo abierto, precisamente por los daños ambientales y sociales que genera el oro. Además, esto no está dejando plata. En 2010, hubo 12 mil millones de dólares de inversión extranjera de manera directa y la exportación a las casas matrices ese mismo año fue de 12.500 millones de dólares. Es decir, nosotros les entregamos a las compañías trasnacionales 500 y les dimos nuestros recursos. La minería, con el modelo que tiene este país, está causando una erosión de nuestro patrimonio natural, que es de todos los colombianos. 

DATO 
La geotecnia está relacionada con la ingeniería civil. Es el estudio que se le hace de las entrañas del suelo para luego diseñar toda clase de estructuras y cimentaciones.

Publicada por
XIOMARA MONTAÑEZ MONSALVE

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.