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| Autoridades distritales anunciaron visita al parque de la Independencia para rastrear la tala. Foto: Abel Cárdenas / EL TIEMPO |
El Jardín Botánico anunció que investigará rastros de la tala.
En un hecho que promete levantar una polémica entre los ambientalistas, se acaba de descubrir que dos contratistas realizaron una tala indiscriminada de árboles en Bogotá, a finales del año pasado, donde resultaron afectadas especies forestales consideradas patrimonio para la capital del país.
Así está consignado en un control de advertencia enviado por la Contraloría Distrital al alcalde Gustavo Petro, a quien le piden tomar cartas en el asunto.
Las cifras oficiales indican que, de 1.559 árboles, solo 793 fueron "talados adecuadamente y 776 (el 49,13 por ciento) no cumplieron con las exigencias".
Según el documento enviado al alcalde Petro y conocido por EL TIEMPO, los contratistas no ejecutaron los trabajos al ciento por ciento y 526 árboles quedaron en pie, pese a que "son susceptibles de volcamiento".
No hubo permisos
La Contraloría señaló que los árboles patrimoniales estaban en el parque de la Independencia, en el centro de Bogotá, y otros, "en predios privados que hacen parte de la reserva forestal de los cerros orientales de Bogotá, propiedad del Acueducto".
De acuerdo con el organismo de control, esta tala se hizo "sin autorización del Acueducto, de la Secretaría Distrital de Ambiente o de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR)".
Los cortes corrieron por cuenta del Consorcio Talas Bogotá y la Unión Temporal Landa, que recibieron dos contratos el año pasado (cada contratista recibió 800 millones de pesos), con el objetivo de retirar aquellas unidades que representaban un mayor riesgo para la ciudad.
Los contratos fueron adjudicados en el Jardín Botánico José Celestino Mutis.
Uno de los puntos que más han llamado la atención de los investigadores tiene que ver con el papel que cumplió la firma interventora, llamada Unión Temporal un Pulmón para Ti D. C., que recibió un contrato por 328 millones de pesos.
"La falta de gestión de la interventoría al recibir a satisfacción la ejecución de los dos contratos puso en riesgo los recursos del patrimonio distrital -advirtió el contralor, Diego Ardila -. Por estos hechos, el organismo de control determinó hallazgos de carácter disciplinario y fiscal." El presunto daño a las finanzas bogotanas se estima en 1.928 millones de pesos.
También se investigan los pormenores de la firma de los contratos, adjudicados bajo la figura de la "urgencia manifiesta", que habría habilitado al Jardín Botánico a suscribir esta contratación de manera directa.
Hoy, la Contraloría advirtió de un riesgo porque el contratista no ejecutó el ciento por ciento del contrato y quedaron 526 árboles en pie, pese a que son "susceptibles de volcamiento" y tienen "potencial afectación a la integridad de los ciudadanos o bienes materiales".
Anuncian indagación
En diálogo con este diario, el director del Jardín Botánico, Luis Olmedo (que lleva 55 días en el cargo), anunció una investigación para verificar en el terreno la denuncia de la Contraloría.
"Queremos ir a constatar qué ocurrió, árbol por árbol", dijo.
No obstante, Olmedo admitió que hubo "dificultades" en la ejecución de los trabajos, y anunció que el miércoles próximo dará a conocerlas públicamente, durante una rueda de prensa.
EL TIEMPO intentó obtener una respuesta de los contratistas, pero no fue posible localizarlos.
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