ORIGINAL: ElColombiano
Por LAURA VICTORIA BOTERO
26 de julio de 2012
Casi 2.000 investigadores piden al presidente Santos que cumpla su promesa de fortalecer el sector.
En la academia y en la política ya es casi un lugar común decir que el futuro del país depende en buena parte de nuestra capacidad de fortalecer la ciencia, la investigación y la tecnología. Por eso, a la comunidad científica del país le sonó como música hace dos años el anuncio del presidente,Juan Manuel Santos, de convertir ese anhelo en política de Estado.
La reforma por el Congreso del sistema de regalías abrió otra luz de esperanza al disponer que el 10 por ciento de lo que se percibiera fuera destinado a proyectos de ciencia, un incremento muy importante de los recursos destinados a la investigación.
Sin embargo, ninguna de las dos decisiones ha tenido, hasta ahora, ningún efecto. Los recursos son administrados y canalizados por los entes departamentales. Y el Presidente ha ido diluyendo su compromiso con el sector al punto que hace un mes, Jaime Restrepo Cuartas, director del Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación Colciencias, renunció a su cargo por falta de apoyo y por el alto impacto de los recortes presupuestales en las actividades del sector. Hasta hoy no ha sido nombrado su reemplazo, todo lo cual llevó a más de 2.000 investigadores, encabezados por hombres y mujeres de ciencia como Rodolfo Llinás, Ángela Restrepo, Fernando Chaparro o María del Rosario Guerra a enviar una carta al Presidente en la cual le piden atender y solucionar esta crisis.
“En los últimos años se ha planteado un diálogo que busca variar la tendencia en cuanto a la inversión en tecnología. Nos estamos quedando marginados de la sociedad del conocimiento, de la economía del conocimiento y los costos que el país debe pagar por eso pueden ser muy altos”, afirmó Fernando Chaparro, director del Centro de Gestión del Conocimiento y la Innovación de la Universidad del Rosario y exdirector de Colciencias.
“La ciencia no solo es una actividad exclusiva de los científicos encerrados en la academia, sino un tema que tiene implicaciones en el sector productivo
” . Dice Chaparro que las expectativas que se creó la comunidad científica por las promesas de campaña del Presidente se han visto frustradas. “Dos años después nos encontramos con un panorama desalentador... el país se encuentra en un momento crítico que pueda dar al traste con lo que se ha construido en este frente en las últimas décadas y que puede llenar de frustración a una masa creciente de profesionales y grupos y centros de investigación con capacidades para generar nuevo conocimiento de talla mundial”.
Se habla del futuro
Y es que lo que estos científicos buscan es coherencia: Santos ha planteado su interés en ingresar al grupo de países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (Ocde), para ello, dice el vicerrector de Investigación de la Universidad de Antioquia, Jairo Humberto Restrepo, se necesita fortalece las capacidades del país en investigación.
“La reforma constitucional al sistema de regalías significó una ampliación muy importante en los recursos, pero un deterioro en la distribución de los mismos. Llegó un capital de un billón de pesos, eso triplicó el presupuesto de una vigencia de Colciencias, pero como la ley indica que ese recurso se canaliza a través de las gobernaciones, los mandatarios locales están asumiendo que esos dineros son de los entes departamentales y serían las secretarías de cada departamento las únicas que presenten propuestas y reciban financiación”.
FernandoChaparro manifiesta que “hay mucha desinformación sobre cómo se deben formular esos proyectos. Los recursos pueden terminar malgastándose en proyectos de baja calidad o, como no hay claridad en qué es ciencia y tecnología, se pueden financiar proyectos muy loables, pero que no tengan nada que ver con estos temas. Lo advertimos: se va a fragmentar el sistema, se va a crear un sistema paralelo que va a derrumbar a Colciencia y a las universidades”.
Colciencias es urgente
Los científicos insisten al Gobierno en la importancia de nombrar un director idóneo para Colciencias. Temen que la designación se esté politizando a expensas de un retraso grave en la marcha de muchos proyectos que dependen de esta entidad.
“Se necesita una persona que independientemente de su condición sea reconocida por su idoneidad para liderar el proceso de retomar el rumbo”, agregó Restrepo.
La directora del Centro de Investigaciones Biológicas, Ángela Restrepo, una verdadera eminencia en el mundo de la investigación, plantea un nuevo esquema para la dirección de la entidad.
“Debería haber un director y un subdirector. Que la dirija una persona que nosotros reconozcamos como par, que tenga trascendencia, historia en investigación, en formación de investigadores, que sea una persona que sepa del tema. Y que esté acompañada de un ejecutor monetario, un gerente, porque no le podemos pedir que sepa de las dos cosas, porque eso es muy difícil”.
Para esta científica, el valor que tiene el país en su gente joven es una cosa que nadie ha querido reconocer. “Los muchachos nuestros son muy comprometidos con la ciencia, no le temen a romper paradigmas, son capaces de buscar caminos. Hay que estimularlos para que rindan porque ellos son los que van a poder llevar el país a donde tiene que ir. Ese es un capital que no se puede desconocer”.
Este grupo de científicos no quiere mencionar nombres ni especular al respecto de quién podría encajar en las necesidades de la entidad. Sin embargo, son contundentes al reclamar que Colciencias no esté acéfala por más tiempo.
Para ellos, el país ha demostrado de lo que es capaz. Hace 18 años, Colombia estaba en el puesto 12, de 15 países en la región, en el ranquin de excelencia de las publicaciones científicas.
Entre el período 1996 y 2010 ascendió al lugar número 5. Este dato refleja el impacto que tiene la investigación en la proyección de un país y que, invariablemente, se va a reflejar en el crecimiento de su economía y el fortalecimiento de la sociedad.
ANÁLISIS
La locomotora que se parece a un triciclo pinchado
Rafael Orduz
Director Ejecutivo de la Corporación Colombia Digital.
Colciencias es una entidad lleva dos décadas buscando la manera de fortalecerse y el proceso no ha arrojado los resultados esperados. Hace 20 años, la participación de la ciencia en el PIB nacional era de 0,19 por ciento. Hoy es de 0,26 por ciento.
A pesar de los esfuerzos que se hagan y de los cambios que se logren, el país no ha contado con gobernantes que tengan una cultura de la ciencia y la tecnología como partes fundamentales del desarrollo de una nación, por eso, lamento el hecho de que a dos años de Gobierno la locomotora de la innovación sea un triciclo pinchado y eso se revela en el hecho de que a Colciencias la marginaron de la administración de los recursos que corresponden a su misión. Hay que destacar, también, que la comunidad científica colombiana es muy pequeña. Mientras en el país hay 300 investigadores por cada 100.000 habitantes, en Finlandia hay 7.700 por cada millón.( significría un poco más del doble presentado de una manera un poco distractora) Hay gente muy valiosa pero es un grupo muy pequeño.
CLAVES
LAS PETICIONES DE LA CARTA
- Se propone una comisión de notables para que lidere la definición de una política de estado en la materia.
- Piden que se despolitice el nombramiento de un director para Colciencias y que se defina pronto.
La empresa privada es pieza clave en el engranaje científico
El desarrollo de la industria va ligado a la manera cómo se formen los profesionales. La investigación es una prioridad.
POR LAURA VICTORIA BOTERO
26 de julio de 2012
26 de julio de 2012
El desarrollo de la industria va ligado a la manera cómo se formen los profesionales. La investigación es una prioridad.
El vicepresidente de Proantioquia, Rafael Aubad, resume la necesidad de una adecuada asignación y distribución de recursos para la ciencia: “Si se asignan los recursos en función del desarrollo del país, es el país el que va a ganar”.
Aubad llama la atención sobre la tarea que tienen los actores del sistema de ciencia del país, para concertar en función del bienestar colectivo. “Los actores más involucrados en el desarrollo científico y tecnológico, entiéndase por ellos a las autoridades públicas, los grupos de investigación, las universidades, los comités universidad empresa estado, son actores capaces de concertar adecuadamente en función de intereses nacionales expresados en el territorio. Una nación debe tener posibilidades de crecer como nación, pero también como región”.
Para este representante del sector privado del país, es necesario tener cuidado en la definición de quién esté al frente de Colciencias: “Que no empiecen a decidir gentes que nada tienen que ver con el desarrollo y la tecnología. El perfil que requiere debe ser el de alguien representativo del sistema de ciencia y tecnología. Puede ser un empresario que haya tenido que ver con los desarrollos innovativos de la ciencia. Se necesita una persona que haya estado cerca de los procesos de producción científica y aplicación del conocimiento. Más que una persona en particular, que tenga calidades simplemente científicas o simplemente empresariales, lo ideal es que coordine la comprensión del hacer científico con las realidades de la apropiación y la transferencia del conocimiento”.
Frente a la manera como se configuró la asignación de los recursos de regalías, Aubad pidió tiempo para demostrar qué pasa.
“Creo que estamos en un proceso demasiado reciente en el que se están preparando nuevos recursos. Como el tema de regalías es tan fundamental, no le damos el suficiente énfasis a los recursos que ya había apropiados y deben seguir perteneciendo al sistema. Todavía no hemos hecho la suma de los nuevos recursos y de los que ya tenía el sistema. Y esa suma no se ha hecho porque a uno le da la impresión de que el Gobierno todavía está viendo si somos capaces de ejecutar ese capital. Creo que este gobierno nos desafía al decir ‘metámosle al sistema a ver si son capaces de ejecutarlos’”.
Carta para el
Sr. Presidente
Respetado Señor Presidente:
La comunidad científica y las instituciones que desarrollan investigación en el país habíamos recibido con beneplácito su propuesta de incrementar los recursos para la ciencia, la tecnología y la innovación, y de asumir a la innovación como una locomotora clave para el desarrollo del país. Pensábamos que así se daba cumplimiento, al menos parcialmente, a la vieja aspiración de superar el bajo gasto nacional en la búsqueda de nuevo conocimiento, y que además de fortalecer la investigación científica y la formación de alto nivel se buscaría una mejor aplicación de este conocimiento para responder a los retos del desarrollo económico y social del país. Nuestra visión optimista se completaba con la idea de ver desarrollada la Ley 1286 de 2009, pues ésta carecía de recursos y demandaba esfuerzos importantes para consolidar una nueva institucionalidad que favoreciera el desarrollo científico y tecnológico en el país.
Como se desprende de la Ley 1286 y ha sido la tradición de las últimas décadas en el país, es Colciencias la entidad líder en la definición de política del sector y en la implementación de estrategias de fomento a la investigación y la innovación. Por eso pensábamos que, como se ha logrado en otros países con la entidad que tiene a cargo este rol, Colciencias sería fortalecida para responder a los nuevos retos, tanto en su capacidad institucional como en su presupuesto.
Lamentablemente, dos años después nos encontramos con un panorama desalentador y apreciamos que a los anhelos de ver fortalecidas las actividades de ciencia y tecnología, el país se encuentra en un momento crítico que pueda dar al traste con lo que se ha construido en este frente en las últimas décadas y puede llenar de frustración a una masa creciente de profesionales y grupos y centros de investigación con capacidades para generar nuevo conocimiento de talla mundial y aplicarlo para beneficio del país. A pesar de lograr un aumento importante de recursos, gracias a la destinación del 10% de las regalías para ciencia, tecnología e innovación, lo cierto es que la forma como se plantea la asignación de estos recursos y la visión que se impone en el alto gobierno sobre la innovación y su manejo como política pública, Colciencias y las instituciones de investigación del país quedan relegados, ocasionando efectos negativos sobre la confianza y la credibilidad en la política científica y tecnológica.
Queremos conservar la esperanza de mejorar este panorama y despejar el futuro para que Colombia cuente por fin con el número de científicos, de publicaciones, de patentes y de invenciones, entre otros indicadores relevantes, que le permitan superar el desarrollo y que como país estemos preparados para ingresar a las ligas de los países desarrollados, como es su aspiración de ser parte de la OCDE. Por esto, Señor Presidente, lo exhortamos a revelar su voluntad política para fortalecer a Colciencias y liderar la salvaguarda de la institucionalidad propia del sector, buscando una recuperación de la confianza y la credibilidad por parte de la comunidad científica y de la clase empresarial.
Estamos seguros que el Señor Presidente comparte la imperiosa necesidad de responder a los desafíos de la economía del conocimiento con una clara política nacional de ciencia, tecnología e innovación, un incremento de recursos financieros para apoyar la investigación en el país, una clara articulación entre el fomento a la investigación y los procesos de innovación tanto en el sector productivo como social, y la participación en la formulación de esta política de los principales actores sociales, como es el caso de la comunidad científica y el sector empresarial y otros usuarios del conocimiento. Conocemos la sensibilidad del Presidente frente a estos temas y por eso confiamos en que atenderá nuestro reclamo, el de cientos de investigadores y de las instituciones dedicadas a la investigación, para avanzar con firmeza en la realización de los sueños que desde hace dos décadas quedaron plasmados en el informe de la misión de Ciencia, Educación y Desarrollo.
Al verse abocado a designar un nuevo director en Colciencias, consideramos trascendental que en ese cargo sea nombrada una persona que además de tener todo su apoyo y una línea de comunicación directa, pueda interactuar fácilmente con las demás instancias del gobierno nacional y que sea reconocido por la comunidad científica nacional por sus ejecutorias y por liderar una línea de pensamiento para el desarrollo científico-tecnológico y de fomento a la innovación. Cuenta el gobierno con nuestra capacidad de diálogo y de formulación y análisis de propuestas para avanzar en la consolidación del sistema nacional de ciencia tecnología e innovación, por lo que recordamos la importancia de conformar una nueva misión de sabios o de notables que pueda dar luces para la formulación de una política de Estado en la materia.
Con toda consideración y respeto por el Señor Presidente, manifestamos nuestra disposición para exponer en detalle nuestros argumentos y propuestas para el país, así que de estimarlo conveniente puede fijar una audiencia para recibir una comisión de los firmantes.
Julio 13 de 2012
(versión Original PDF)
Sr. Presidente
Doctor JUAN MANUEL SANTOS
Presidente de la República
Bogotá D.C.
Presidente de la República
Bogotá D.C.
Respetado Señor Presidente:
La comunidad científica y las instituciones que desarrollan investigación en el país habíamos recibido con beneplácito su propuesta de incrementar los recursos para la ciencia, la tecnología y la innovación, y de asumir a la innovación como una locomotora clave para el desarrollo del país. Pensábamos que así se daba cumplimiento, al menos parcialmente, a la vieja aspiración de superar el bajo gasto nacional en la búsqueda de nuevo conocimiento, y que además de fortalecer la investigación científica y la formación de alto nivel se buscaría una mejor aplicación de este conocimiento para responder a los retos del desarrollo económico y social del país. Nuestra visión optimista se completaba con la idea de ver desarrollada la Ley 1286 de 2009, pues ésta carecía de recursos y demandaba esfuerzos importantes para consolidar una nueva institucionalidad que favoreciera el desarrollo científico y tecnológico en el país.
Como se desprende de la Ley 1286 y ha sido la tradición de las últimas décadas en el país, es Colciencias la entidad líder en la definición de política del sector y en la implementación de estrategias de fomento a la investigación y la innovación. Por eso pensábamos que, como se ha logrado en otros países con la entidad que tiene a cargo este rol, Colciencias sería fortalecida para responder a los nuevos retos, tanto en su capacidad institucional como en su presupuesto.
Lamentablemente, dos años después nos encontramos con un panorama desalentador y apreciamos que a los anhelos de ver fortalecidas las actividades de ciencia y tecnología, el país se encuentra en un momento crítico que pueda dar al traste con lo que se ha construido en este frente en las últimas décadas y puede llenar de frustración a una masa creciente de profesionales y grupos y centros de investigación con capacidades para generar nuevo conocimiento de talla mundial y aplicarlo para beneficio del país. A pesar de lograr un aumento importante de recursos, gracias a la destinación del 10% de las regalías para ciencia, tecnología e innovación, lo cierto es que la forma como se plantea la asignación de estos recursos y la visión que se impone en el alto gobierno sobre la innovación y su manejo como política pública, Colciencias y las instituciones de investigación del país quedan relegados, ocasionando efectos negativos sobre la confianza y la credibilidad en la política científica y tecnológica.
Queremos conservar la esperanza de mejorar este panorama y despejar el futuro para que Colombia cuente por fin con el número de científicos, de publicaciones, de patentes y de invenciones, entre otros indicadores relevantes, que le permitan superar el desarrollo y que como país estemos preparados para ingresar a las ligas de los países desarrollados, como es su aspiración de ser parte de la OCDE. Por esto, Señor Presidente, lo exhortamos a revelar su voluntad política para fortalecer a Colciencias y liderar la salvaguarda de la institucionalidad propia del sector, buscando una recuperación de la confianza y la credibilidad por parte de la comunidad científica y de la clase empresarial.
Estamos seguros que el Señor Presidente comparte la imperiosa necesidad de responder a los desafíos de la economía del conocimiento con una clara política nacional de ciencia, tecnología e innovación, un incremento de recursos financieros para apoyar la investigación en el país, una clara articulación entre el fomento a la investigación y los procesos de innovación tanto en el sector productivo como social, y la participación en la formulación de esta política de los principales actores sociales, como es el caso de la comunidad científica y el sector empresarial y otros usuarios del conocimiento. Conocemos la sensibilidad del Presidente frente a estos temas y por eso confiamos en que atenderá nuestro reclamo, el de cientos de investigadores y de las instituciones dedicadas a la investigación, para avanzar con firmeza en la realización de los sueños que desde hace dos décadas quedaron plasmados en el informe de la misión de Ciencia, Educación y Desarrollo.
Al verse abocado a designar un nuevo director en Colciencias, consideramos trascendental que en ese cargo sea nombrada una persona que además de tener todo su apoyo y una línea de comunicación directa, pueda interactuar fácilmente con las demás instancias del gobierno nacional y que sea reconocido por la comunidad científica nacional por sus ejecutorias y por liderar una línea de pensamiento para el desarrollo científico-tecnológico y de fomento a la innovación. Cuenta el gobierno con nuestra capacidad de diálogo y de formulación y análisis de propuestas para avanzar en la consolidación del sistema nacional de ciencia tecnología e innovación, por lo que recordamos la importancia de conformar una nueva misión de sabios o de notables que pueda dar luces para la formulación de una política de Estado en la materia.
Con toda consideración y respeto por el Señor Presidente, manifestamos nuestra disposición para exponer en detalle nuestros argumentos y propuestas para el país, así que de estimarlo conveniente puede fijar una audiencia para recibir una comisión de los firmantes.
Julio 13 de 2012
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