viernes, 27 de julio de 2012

¿Por qué vemos bacterias en el cielo?

ORIGINAL: Hipermegared

Llevo media vida viendo “cosas” de las que nadie habla, y no son fantasmas!. Esto para que sepas que no eres el único que lo ve.

No eres un bicho raro ni tienes los la vista mal, si nunca lo has experimentado no sabrás de lo que hablo, pero si alguna vez te ha pasado que mirando el cielo en un día despejado (o a una superficie clara y uniforme) has visto pequeñas “cositas”, seguro que la imagen que ilustra el inicio del tema te resulta muy familiar.

La primera reacción que uno tiene instintivamente es pensar que se trata de pequeñas partículas, por ejemplo, de polvo, que casualmente han ido a parar a la superficie del ojo. Otros podrían explicarlo imaginando que en lugar de motas de polvo lo que estamos viendo son las siluetas de pequeñas bacterias sobre el ojo.

Y es que estas “manchas”, llamadas floaters o miodesopsias, precisamente suelen verse en dos variedades: pequeñas esferas o “hilos” desordenados. Y existen innumerables bacterias con formas parecidas: Estafilococos y estreptococos.

Las miodesopsias, también llamadas “moscas volantes” por el efecto “huida” al intentar enfocarlas, realmente son algo bien estudiado y conocido por los oftalmólogos y se asocia a pequeños defectos en el humor vítreo, la “gelatina” que rellena el ojo, y no a partículas en la superficie ocular.

Pero asumiendo ahora ya que los “floaters” que ves son realmente pequeños defectos del humor vítreo en lugar de motas de polvo o bacterias fuera del ojo, existe una cuestión de lo más interesante: ¿por qué los vemos cuando deberían ser filtrados por el cerebro?

Me explico: desde que nacemos, tenemos dos puntos ciegos bastante hermosos, uno en cada ojo. Y sin embargo, no vemos un agujero negro ni siquiera cuando cerramos un ojo y no tenemos la ayuda del otro para completar la imagen: el cerebro se inventa un trozo de la imagen. Sin problemas.

Pero aún más asombrosa que la capacidad de inventar, es la capacidad del cerebro de ocultar cosas. La retina realmente mira hacia atrás, de forma que la luz tiene que atravesar el tejido de la retina y una maraña de arterias por donde continuamente fluye sangre que, en potencia, podríamos ver como una cortina que continuamente fluyese por delante de nuestra visión.

Demos gracias al cerebro (empezando realmente por las neuronas de los nervios ópticos) por adaptarse desde que nacemos para ocultarnos esa imagen.

Si el cerebro es realmente tan bueno ocultando cosas, repito: ¿por qué vemos las miodesopsias o “floaters”? La única respuesta posible es que no le da tiempo a aprenderse estos pequeños defectos, porque no caen siempre en el mismo lugar de la retina.

Tanto porque puedan moverse (aunque sea muy lentamente) dentro del globo ocular, como porque al mirar hacia distintas direcciones, el globo arrastra las partículas que las causan y por tanto las “sombras” o refracciones que producen van cayendo cada vez en lugares distintos.

A pesar de todo, y aunque no puede ocultarlas del todo, el cerebro hace un buen trabajo manteniendo las miodesopsias fuera de la visión consciente…



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.