ORIGINAL: El Colombiano
EL COLOMBIANO
18 de julio de 2012
El manejo dado a los asuntos de la ciencia, la tecnología y la innovación ha debilitado a Colciencias. Por su importancia estratégica es necesario revisar las políticas y fortalecer la institución.
La Ley 1286 sobre Ciencia, Tecnología e Innovación (CT&I), al ser el resultado de un complejo acuerdo político que le limitó sus alcances, no es tan beneficiosa como se pregona. En ella se crearon, en parte, las semillas de lo que acontece con Colciencias y con el manejo que se les está dando a la investigación, al desarrollo tecnológico y a la innovación.
Infortunadamente, el cordón umbilical que desde el pasado ha existido entre el Departamento Nacional de Planeación (DNP), el Ministerio de Hacienda y Colciencias no se rompió con la Ley y por eso, hoy en día, las dos primeras entidades, violando la autonomía de Colciencias, les meten la mano a los asuntos que son responsabilidad de esta última.
Lo que ha ocurrido en estos últimos años hace evidente que fue un error de visión no haber creado el Ministerio del Conocimiento.
El exceso de celo por evitar aumentar el gasto público y la burocracia hicieron que, en materia de desarrollo institucional y capacidad de gestión, la CT&I se quedara a mitad de camino.
El país tiene que tener claro que sin investigación científica, sin tecnología, sin recurso humano especializado, sin universidades de alto nivel y sin instituciones de investigación, no se logran avances significativos ni acumulativos en materia de innovación. Ésta se nutre, en buena parte, del nuevo conocimiento generado en los centros de investigación y en las universidades.
Es claro, entonces, que si no se construyen las bases y las capacidades científicas necesarias, un país no progresa en materia de innovación.
Contrario a lo que piensa el Gobierno, la innovación es un componente esencial y propio de la investigación científica y la tecnología.
El vínculo más estrecho y evidente entre la CT&I y la competitividad se da a través de la innovación y es esta relación la que hace acertada la escogencia que se hizo de la misma como una de las locomotoras del desarrollo.
Pero no hay que llamarse a engaños, cuando se habla de innovación se está haciendo referencia, por necesidad y lógica, a la CT&I como un todo. Esto implica, en un país en desarrollo como Colombia y que, además, evidencia un claro atraso en esta materia, que el impulso a la innovación debe llevar implícita la creación de capacidades para la investigación y la tecnología.
Las declaraciones del saliente Director de Colciencias son muy graves pues muestran que, como ha sido tradicional en el manejo que se le ha dado a la CT&I y a pesar de los esperanzadores discursos y los sesudos documentos, la situación de este sector no parece, excepto por los recursos de las regalías, que haya cambiado respecto a un pasado bastante frustrante.
Esto es serio, pues, de cara al futuro, si la CT&I no se desarrolla de manera integral y sólida, difícilmente se va a avanzar por una senda virtuosa y acelerada de crecimiento y de desarrollo económico y social.
En estas circunstancias, no sólo importa la persona que se escoja para dirigir a Colciencias, la cual, mínimamente, deberá tener la idoneidad, la formación, el conocimiento y la experiencia necesarias, sino que es de vital importancia que se cambie la forma como se vienen gestionando las políticas y los recursos de la investigación, la tecnología y la innovación.
Del manejo fraccionado e incoherente se debe pasar al fortalecimiento institucional y material de Colciencias y a la generación de unas capacidades reales de coordinación y manejo de la política CT&I en la entidad que es, por Ley, la rectora de este trascendental y fundamental sector .
CONTRAPOSICIÓN
QUE ARRANQUE YA LA LOCOMOTORA DE LA INNOVACIÓN
Por
MARCO A. LLINÁS VARGAS
El Gobierno no puede dejar pasar la oportunidad que brinda el destinar 10 por ciento de las regalías a inversión en proyectos de ciencia, tecnología e innovación (CT&I), para poner a marchar la locomotora de la innovación.
Es importante tener claro que esta tarea va más allá de las competencias de Colciencias; especialmente cuando los recursos de regalías son de los departamentos y no hacen parte del presupuesto de esta entidad.
Por tanto, aprovechar esta oportunidad implicará poder articular de una forma coherente el trabajo de varias entidades públicas que son relevantes en el tema, tales como Colciencias,
Bancóldex (en especial Innpulsa) y Sena, entre otras.
Para ello será fundamental implementar la Estrategia Nacional de Innovación y, más importante aún, promover a partir de ésta la institucionalidad idónea y el liderazgo para que haya articulación entre competitividad e innovación y la definición del alcance y apuestas estratégicas de la política pública en CT&I.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.