jueves, 5 de julio de 2012

En Medellín, varias especies de árboles son víctimas de ataques mortales

ORIGINAL: El Colombiano
Por GUSTAVO OSPINA ZAPATA
4 de julio de 2012

Hongos e insectos invaden la flora del Aburrá. Un 9,6% estaría enfermo.


Como si fueran combatientes de una guerra, miles de árboles de Medellín y el Valle de Aburrá están siendo atacados por un ejército de moscos, hongos y bacterias, a veces tan fuertes, que terminan matándolos. No hay piedad de las plagas para con la flora.

De una muestra, se halló que alrededor de 2.500 individuos son las víctimas: los coge la enfermedad, por así decirlo, de la defoliación y muchos terminan muriendo, pues no vuelven a inundarse de hojas. La opción es talarlos.

"Les ocurre la llamada muerte descendente, se empiezan a secar de la copa a la base y van muriendo", advierte Óscar Sáenz , ingeniero forestal del Departamento de Ciencias Forestales de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional.

Explica que esa defoliación desde la copa llamó la atención de varios colegas de la universidad para emprender un estudio que permitiera obtener un diagnóstico del problema. No es normal que las hojas más jóvenes, las de arriba, mueran primero que las de abajo, las más viejas.

Y el fenómeno se repite con mucha frecuencia en especies del Valle de Aburrá.

"Eso nos preocupó, porque vimos que la magnitud del problema era grande, pero se podía tener un diagnóstico para actuar", añade.

Y se logró emprender, desde la universidad y con el apoyo financiero del Área Metropolitana, una investigación de campo. Se analizaron 26 mil árboles de 15 especies de más de un metro sembrados en el Valle de Aburrá para buscar las causas del fenómeno.

Múltiples factores
El estudio detectó que hay una multiplicidad de factores asociados al cambio climático que están incidiendo para que los árboles del Aburrá se enfermen y se mueran.

El primer gran enemigo es un mosquito blanco que cogió como foco de su ataque el falso laurel, una de las especies más abundantes de esta región (hay casi 19 mil).

"Lo empezó a atacar hace poco tiempo, lo defolia casi por completo, muchas ramas se mueren y algunas logran volver a formar hojas, pero otras no", reveló León Morales , otro ingeniero forestal que estuvo en las primeras etapas del estudio y que sostiene que falta investigar más.

"Es aún incipiente, hay que avanzar mucho para determinar que los factores hallados son concluyentes", aclaró.

Otro gran atacante de los árboles son varias especies de hongos, que actúan hace años y ahora tienen una vida más larga y más fiereza al actuar.

"Así como el cambio climático ha traído períodos secos más secos y períodos húmedos más húmedos, esas especies se han multiplicado más de lo normal. Están presentes todo el año y han defoliado fuertemente estos individuos arbóreos", añade Sáenz.

Pero hay factores externos que también inciden, como el vandalismo humano, el que no estén sembrados en condiciones adecuadas o la excesiva contaminación. Se detectó que hacia el sur es mucho más profunda la afectación, pues hay más industrias, fábricas. En la 80 el caso es grave

"Todos son vectores incidentes. Habría que determinar el grado de incidencia de cada uno", advierte Sáenz.

El estudio se centró en cinco especies:

  • el casco de vaca, 
  • la acacia amarilla, 
  • el falso laurel, 
  • el guayacán amarillo y 
  • el almendro. 
Y se vio que de los ataques no se salva ninguno, ni aún plantados en escenarios ideales. Hay que actuar en defensa de las especies, solas no son capaces, dicen los ingenieros.

CLAVES

NO TODOS PUEDEN SER TALADOS
  1. Guayabos, peros de agua, balsos, mangos, san joaquines, crotos y palmas también son atacados con virulencia.
  2. Incluso individuos sembrados en espacios muy diversos son atacados por igual. ¿Por qué?
  3. Un árbol en peligro de caer o que necesita intervención debe ser reportado a la línea 385 6000. 
  4. Ingenieros del Área Metropolitana evalúan cada especie para autorizar o no la tala o la poda.
¿QUÉ SIGUE?
APLICAR LOS TRATAMIENTOS

Los ingenieros de la Universidad Nacional afirman que se debe pasar a otra etapa del estudio: la del tratamiento de los árboles enfermos.

Ello no garantizaría que termine el mal, pero sería un avance en la investigación científica. El Área Metropolitana, como autoridad ambiental, tiene convenio con la Secretaría de Obras Públicas para identificar y talar los árboles muertos o en peligro.

A su vez, Obras Públicas tiene la unidad de Paisajismo y Arborización, que vela por el mantenimiento y buen estado de la flora.

Del 8 al 15 de octubre, en Medellín se realizará el V Simposio Nacional Forestal, evento que daría más luces sobre este tema que afecta a todo el Aburrá.



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