Un novedoso descubrimiento realizado por un grupo científico de Taiwán asombró al mundo con su propuesta basada en colocar nanopartículas de oro en las hojas de los árboles para que estos generen un resplandor rojizo cuyo brillo podría alumbrar una calle.
El invento se produjo cuando los expertos buscaban crear una iluminación de alta eficiencia sin utilizar productos químicos tóxicos -como el polvo de fósforo- y que al mismo tiempo no emitiera dióxido de carbono (C02) al medio ambiente.
Resulta ingeniosa la utilización de una especie de árboles lumínicos para reemplazar las luces urbanas pues no solo se ahorra en costos de electricidad y se reducen las emisiones de C02, sino también podría disminuir en gran medida la contaminación lumínica de las principales urbes.
El profesor Chang Shih-Hui recordó que el diodo emisor de luz (LED) sustituyó a las fuentes tradicionales de iluminación en muchas pantallas y paneles, así como en el alumbrado público de calles y carreteras, y gran cantidad de esos diodos, sobre todo los de luz blanca, utilizan polvo de fósforo, un elemento altamente tóxico y caro, para estimular luces de diferentes longitudes de onda.
Implantando nanopartículas de oro en las hojas de las plantas Bacopa caroliniana, los científicos estimularon en la clorofila de sus hojas una emisión de color rojo. Bajo una luz ultravioleta de alta longitud de onda, las nanopartículas de oro fueron capaces de producir una fluorescencia azul-violeta que activó una emisión de color rojo alrededor de la clorofila.
Sobre este descubrimiento, Chang Shih-Hui aseguró que muy cercano en el tiempo se podría sustituir la tecnología LED.
“Hemos probado que la nanotecnología puede usarse para iluminar los caminos y las calles, ahorrando energía y absorbiendo CO2, ya que la luminiscencia bio-LED hace posible que los árboles realicen más fotosíntesis”, concluyó el científico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.