Colciencias busca poner al país entre los tres más innovadores de América Latina.
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Yaneth Giha, directora de Colciencias. Foto: Carlos Ortega / EL TIEMPO |
Tener 3.000 nuevos doctores, lograr una tasa de patentes anual de 1.000, trabajar con 11.000 empresas y realizar la primera Expedición BIO son algunos desafíos de Colciencias, el Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación, para hacer de Colombia el país estrella en innovación en América Latina para el 2025.
La biodiversidad será el eje transversal de esta ambiciosa política, en cabeza de Yaneth Giha, directora de la entidad, quien sueña con un gran instituto en el país que trabaje en enfermedades transmitidas por vectores y 12 museos interactivos para acercarnos a la ciencia.
Sabe que su tarea es compleja, pero asegura que los científicos, la academia, los empresarios y el Gobierno están sintonizados en este propósito. En entrevista con EL TIEMPO, Giha habló de cómo trabajará para sacar a Colombia del séptimo lugar en la región en producción científica, para ponerlo entre los tres primeros.
¿Por qué la biodiversidad como eje de su política?
Es lo que hace a Colombia un gran laboratorio para transformar el conocimiento mundial. Hay una frase del científico estadounidense de Harvard E. O. Wilson, que dice que “la biodiversidad es para Colombia lo que el petróleo es para Arabia Saudí”. Es el recurso, además renovable, más importante que puede tener un país. Es donde se encuentran posibilidades de hacer cosas para muchos sectores: para salud, cosméticos, energía, agro. Tenemos que aprovechar que somos el país más biodiverso por metro cuadrado.
Uno de sus retos es hacer la primera Expedición BIO, ¿de qué se trata?
Lo que intenta es que dejemos de hablar de que Colombia es el país más biodiverso y empecemos a usar esa biodiversidad como corresponde. Vamos a tener seis nodos en el país a donde enviaremos grupos interdisciplinarios para que hagan un inventario de la biodiversidad y empiecen a definir en qué se puede usar. Esos nodos van a estar en los
- los Llanos,
- el Amazonas,
- el Chocó,
- el Eje Cafetero,
- el Tayrona y
- Nariño.
¿Cómo está el país frente a la región en temas de ciencia, tecnología e innovación?
La gran visión que tenemos es que Colombia debe ser uno de los países más innovadores de América Latina en el 2025; por lo menos estar entre los tres primeros. Hoy, en producción científica estamos séptimos en la región. Debemos empezar a producir mucho más conocimiento de alto impacto, pero también debe haber más empresas innovadoras que saquen productos de manera permanente.
¿Seguimos viendo la ciencia como un tema lejano para nuestra realidad?
Con los resultados que vayamos teniendo a lo largo de los años este tema se irá poniendo cada vez más en primer nivel de importancia. Creo que ya lo es, pero falta que como sociedad le demos ese nivel para que de ahí en adelante sea como la típica bola de nieve con la que todo empieza a pasar.
¿Por dónde empezar?
En el país tenemos tres grandes actores en esta materia:
- Por un lado están las universidades, de donde sale el 80 por ciento de la investigación del país.
- El segundo son los centros de investigación y de desarrollo tecnológico, que son de alguna manera el vínculo entre las universidades y
- el tercer actor, las empresas.
Necesitamos de manera permanente fortalecer las tres instancias.
¿Cómo acercar a las empresas?
Hoy, las empresas colombianas no innovan, menos del 1 por ciento no lo hacen de manera permanente. Vamos a trabajar con 8.000 empresas en los próximos años; pasaremos de 800 en los años anteriores. Que incorporen en su ADN empresarial la innovación, pero además les vamos a enseñar cómo hacerlo. La segunda estrategia es aceleración de la innovación. Vamos a trabajar con 2.000 empresas -en el pasado lo hemos hecho con 100- que tienen proyectos que los pueden llevar a otro nivel. Les ponemos una empresa para que los ayude a llegar a ese nivel. Y si se revisa la tasa de patentes, también se requiere un incremento muy importante: 213 patentes en el 2012. Corea es un ejemplo que está lejano: en el 2012 pidió 150.000 patentes. Nuestra meta es lograr una tasa anual de 1.000.
¿Contempla estrategias para vincular a las empresas con la academia?
El año pasado armamos las Oficinas de Transferencia Tecnológica. Lo que estas hacen es coger el conocimiento que se tiene en un lugar, que en su mayoría es con los científicos, y lo transfiere a una empresa, que es la que lo puede usar. También estamos en la idea de sacar ‘Spin offs’, que resultan cuando una universidad y una empresa se juntan, generan nuevo conocimiento y se arma una empresa a raíz de esto. Vamos por 50 nuevas empresas de base tecnológica muy grande.
¿Cómo estamos en formación de nuestros científicos?
Necesitamos empezar a tener una base humana de alguna manera de más alto nivel y en disciplinas claves para que la producción científica se incremente. Más del 70 por ciento de la gente se está enfocando en estudios muy altos en ciencias sociales, eso se seguirá trabajando, pero trataremos de equilibrarlo con las disciplinas de STEM (por su sigla en inglés, ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas).
¿Qué falta para acercar más a los jóvenes a la ciencia?
Falta dar un poco más esa educación con contexto para que la gente entienda para qué es la ciencia, cómo hacer que los niños entiendan toda la gama increíble del conocimiento que hay allí. Esperamos tener una nueva generación en 10 años para que esté enganchada con la ciencia. También queremos crear 12 museos interactivos, es una manera más práctica de entender el valor de la ciencia y que se entiendan todos sus usos.
¿Y ese trabajo irá a las regiones?
Todo esto tiene que pasar allá. Colombia debe tener una estrategia en la que a nivel de país definimos cuáles son las regiones que tienen cosas listas que pueden llevarlas a otro nivel. Si bien hay tres o cuatro muy avanzadas, hay otras que están en un nivel medio que necesitan crear capacidades y estamos en el plan de generárselas. Y otras que están en niveles básicos, donde no hay grupos de investigación. En Antioquia, Atlántico, Valle del Cauca y Santander ya podemos empezar a trabajar, son lugares donde pueden pasar cosas increíbles muy pronto.
Para abrirnos campo entre los mejores tenemos que difundir lo que hacemos, ¿los científicos ven esto importante?
Se los dije, tengo que sacarles los secretos. Necesitamos que ellos sientan que los suyo es importante, que entiendan que el conocimiento que generan tiene una utilidad para la sociedad más allá de sus propios artículos. Colciencias será el gran articulador para visibilizar lo que pasa en el país en ciencia e innovación.
¿Se trabaja de cerca con los investigadores que están afuera en grandes proyectos?
Tenemos una base de datos de nuestros investigadores en el exterior, pero no solo se trata de eso sino de juntarlos. El año entrante vamos a hacer seis encuentros de temas importantes para el país, atrayendo a quienes están afuera y adentro.
Expertos señalan que la mejor política científica es crear oportunidades en abundancia, ¿lo estamos haciendo acá?
Creo que en el país las hay y las universidades son el espacio que las está ofreciendo. Sin embargo, hay que fomentar espacios en las empresas para que ese conocimiento también llegue a ese lado de la cadena, que se puede convertir en el gran detonador de cambios en el país a nivel de competitividad. Además, hay que convocar a los investigadores en torno a temas estratégicos que marquen al país.
En esa orden, plantea macroproyectos para vincularlos más a ello, ¿cuáles serían?
Sueño con tener un gran instituto en Colombia que trabaje en enfermedades transmitidas por vectores, porque tenemos unos desarrollos impresionantes en malaria, dengue, tuberculosis. Sueño con un gran proyecto de biorefinería y que Colombia se convierta en un país con centros especializados en temas agrícolas para que las cadenas sean mucho más productivas y eficientes. Las tres cosas en las que Colombia puede llegar a ser líder son las que el mundo pide:
- salud,
- energía y
- alimentos.
¿Podremos asumir el costo de esta política tan ambiciosa?
Estamos haciendo unas revisiones profundas de cuánto nos cuesta cada una de las metas. Por ejemplo, tener el programa de doctorados, vamos a trabajar en 3.000 becas en los próximos años, lo que nos cuesta unos 100.000 millones de pesos anuales y vamos a hacer el esfuerzo para que Colombia tenga esto porque es la base humana que hace la investigación. Estamos revisando cuánto nos cuesta tener ese gran centro de investigaciones en enfermedades transmitidas por vectores. Así estamos haciendo con todas las estrategias que vamos a desarrollar.
VIDA
12 de diciembre de 2014