ORIGINAL: RIRH
Del 13 al 19 de noviembre de 2011 en Medellín, Colombia, se celebrará el Séptimo Diálogo Interamericano del Agua.
El Gobierno de Colombia, a través del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sotenible y la Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia -Corantioquia- con la Red Interamericana de Recursos Hídricos (RIRH), junto a innumerables colaboradores y patrocinadores, están trabajando para que el Diálogo sea el evento más prominente sobre la gestión del agua de las Américas en 2011. Se han unido esfuerzos para que Colombia y las Américas DIALOGUEN sobre el agua, y busquemos juntos un COMPROMISO INTERGENERACIONAL PARA CUIDAR EL AGUA EN LAS AMÉRICAS, que se ha constituido como el tema central de este encuentro.
Agenda General del D7
El Séptimo Diálogo Interamericano sobre la Gestión del Agua (D7) se realizará del 13 al 19 de novembre de 2011, en Medellín, Colombia.A continuación se muestra la Agenda General del D7, mostrando los principales componentes por día.
Tema central del D7: Compromiso intergeneracional por el cuidado del agua
A partir del principio: “El agua es esencial para la vida” se desprende que cada generación tiene un compromiso en relación con el agua que habrán de beber, usar y disfrutar, las generaciones venideras y con la conservación y sostenibilidad de los ecosistemas acuáticos de los cuales se derivan los servicios ambientales que requiere la vida y el desarrollo. Por ello, el D7 se centra en los compromisos intergeneracionales por el agua para la vida y para las generaciones actuales y futuras. Este tema central se desarrolla alrededor de “ejes de diálogo” o grupos temáticos, sobre los cuales giran las actividades del D7, tanto los foros sectoriales e institucionales, las reuniones especiales, las plenarias y las mesas de diálogo de donde surgirán compromisos, acuerdos y una agenda para la acción.
El D7 busca caminos para establecer compromisos y lograr acuerdos interamericanos para la gestión del agua en un ambiente cambiante. Igualmente, el D7 servirá para llevar propuestas regionales para el próximo al Sexto Foro Mundial del Agua que se realizará en Francia, en marzo 2012 y la Cumbre Mundial de Rio+20, en Brasil, enfocando en el planteamiento de un plan de acción acorde con los compromisos intergeneracionales que se puedan lograr para el cuidado del agua en las Américas.
Ejes temáticos del D7
El D7 está organizado en ejes temáticos, para el propósito de abarcar la mayor cantidad posible de los intereses de las partes y sectores que tienen impacto, usan, se benefician, o cuidan del agua.
Hacia un proceso de adaptación al Cambio Global. Cambio climático, eventos extremos, gestión del riesgo y conservación de los ecosistemas hídricos
Según Asit K. Biswas, un análisis objetivo y completo de la gestión y desarrollo del agua en estos últimos años pone de manifiesto que los especialistas en recursos hídricos han sabido analizar bastante bien las situaciones del presente y el pasado. No ocurre lo mismo con sus evaluaciones de las probables novedades que nos depara el futuro. En efecto, esas proyecciones denotan una gran incapacidad para prever cuál será la situación de los recursos hídricos en cinco años o en el 2025, o después. Según Biswas, si se examinan las previsiones sobre las necesidades de agua en el mundo efectuadas desde 1950 se puede comprobar que se han excedido sistemáticamente en las estimaciones.
El motivo principal de esa sobreestimación es que el mundo cambia muy rápidamente, lo cual modifica a un ritmo acelerado la utilización de los recursos hídricos y los esquemas de las necesidades de agua. En efecto, es muy probable que en los próximos veinte años presenciemos cambios más importantes que los ocurridos en los veinte últimos siglos.
Hacia una gobernanza del agua: una responsabilidad compartida
La gobernabilidad hace referencia al conjunto de políticas, directrices, programas, planes y proyectos con los cuales los gobiernos a través de una estructura institucional, se proponen alcanzar metas y propósitos establecidos en sus planes de gobierno de acuerdo a las necesidades, potencialidades y directrices internacionales.
No obstante, este conjunto de iniciativas debe permear todos los niveles de gobierno y requiere que sean reconocidas y apropiadas por parte de todos los actores (regulados y comunidad en general: civil, academia, no gubernamentales, entre otros) que intervienen en determinado proceso, reflejando sus intereses y perspectivas.
Por lo anterior, la gobernanza del agua involucra la gobernabilidad para legitimarla, pero va mucho más de participar en la toma de decisiones. La gobernanza del agua además de promover la participación en la construcción colectiva de políticas y directrices, permite la consolidación de intereses y fines comunes y metas compartidas entre los diferentes actores involucrados en la gestión del agua, sean éstos reguladores o regulados.
La gobernanza del agua constituye “corresponsabilidad” en función de los roles de cada actor y permite en consecuencia, en materia ambiental que el cuidado, protección y preservación del agua en este caso, para el mejoramiento de la calidad de vida y el desarrollo sostenible de los países sean una realidad, una responsabilidad de todos y además en beneficio de todos.
Uno de los mecanismos para ejercer la gobernanza es la participación, en la medida en que permite no solo ser oído en la toma de decisiones, sino porque además promueve la rendición de cuentas no solo públicas, sino también privadas, en razón de lo que se administra y se usufructúa; en este caso el agua constituye un patrimonio común e la humanidad.
En el caso Colombiano, la Constitución Política dispone en su artículo 2 que: “son fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución; facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación” y en su artículo 79 que: “Todas las personas tienen derecho a gozar de un ambiente sano. La ley garantizará la participación de la comunidad en las decisiones que puedan afectarlo. Es deber del Estado proteger la diversidad e integridad del ambiente, conservar las áreas de especial importancia ecológica y fomentar la educación para el logro de estos fines”.
La gobernanza del agua requiere como mínimo la consideración de los siguientes aspectos:
Fortalecimiento institucional de los responsables de la GIRH.
Identificación de los grupos de actores para determinar las posibles sinergias entre cada uno y los diferentes niveles de gestión en el marco de las competencias y roles.
Fortalecimiento de la capacidad técnica de las entidades públicas y privadas para la GIRH, de acuerdo con sus respectivos roles.
Desarrollo y fortalecimiento de mecanismos de articulación entre el sector público y privado (intergubernamental, interinstitucional, intersectorial e intergremial), los usuarios del agua, la academia y la comunidad en general en todas sus escalas nacional, regional y local.
Armonización y actualización de un marco normativo integral para la GIRH.
Manejo de conflictos por el agua (identificación, caracterización y desarrollo de procesos de transformación de conflictos).
Apoyo a iniciativas de gestión con base en la legalidad y confianza hacia la comunidad.
Creación y formalización de mecanismos y espacios para la participación e interlocución de los actores en la gestión y toma de decisiones en torno al agua.
Diseño e implementación de una estrategia de comunicaciones orientada a la sensibilización sobre la importancia del agua como recurso estratégico, así como también sobre el proceso de gobernanza del agua.
Cumplimiento ético y legal de las responsabilidades y obligaciones de cada cual en torno al uso del agua (ordenamiento, administración eficiente, cuantificación y medición del uso del recurso hídrico).
Recientemente Axel Dourojeanni nos plantea una pregunta profunda frente a la Gestión del Agua en América Latina: “(…) ¿por qué, a pesar de señalar una y otra vez que el agua es la base de la vida en la tierra, no logramos aun establecer un sistema de gestión lo suficientemente estable en el tiempo y con resultados efectivos?”. Como especie humana y como parte de una trama biológica más compleja que nosotros mismos, tenemos y tendremos la necesidad ética de lograr que el agua y los ecosistemas hídricos sean valorados y conservados.
Hacia una cultura del agua estimulada por políticas educativas y de comunicación eficaces
La situación actual exige que la sociedad reconozca y comprenda que un río es mucho más que un canal de desechos o una fuente de agua, al igual que un bosque es mucho más que un almacén de madera.
Las claves de una nueva cultura del agua, de un nuevo y necesario enfoque que busque garantizar una gestión sostenible de los ecosistemas hídricos requiere: comprender los valores sociales, culturales, identitarios y colectivos de los ríos, acuíferos, lagos y humedales; conocer la compleja pirámide de vida que albergan estos ecosistemas; apreciar la importancia de los equilibrios y funciones del ciclo hidrológico natural y los servicios que nos brindan; exige también recuperar el sentido lúdico y el valor estético del agua, en todos los entornos (rurales y urbanos) sin olvidar las utilidades económicas del agua como recurso productivo.
Según Naciones Unidas, dado que el agua es vida y que no hay vida sin agua, la existencia de toda sociedad está hablando de la existencia de una cultura del agua determinada. Al ser un elemento vital, involucra a todos los miembros del grupo o sociedad, y su uso es el resultado de experiencias relacionadas social e históricamente, lo que implica, además, la transmisión de conocimientos. No hay sociedad ni grupo social sin un nivel o grado de cultura hídrica. Cada comunidad tiene una cultura hídrica más o menos perfectible. Si se desea cambiar una cultura hídrica por otra, es necesario reestructurar los modos de percibir, de creer, de conocer, de organizarse, de vivir y de proyectar un futuro común. Esta idea implica un impacto que va mucho más allá del manejo del agua en una comunidad: impacta en toda la cultura, implica transformar los modos de pensar, sentir, actuar y desarrollarse.
La UNESCO, considera que cultura del agua es “el conjunto de creencias, conductas y estrategias comunitarias para el uso del agua que puede ‘ser leída’ en las normas, formas organizativas, conocimientos, prácticas y objetos materiales que la comunidad ceda o acepta tener; en el tipo de relación entre las organizaciones sociales que tienen el poder y en los procesos políticos que se concretan en relación con el aprovechamiento, uso y protección del agua. La cultura hídrica es siempre un concepto de grupo, resultado de las percepciones socioculturales y los valores que circulan entre y atraviesan a los sujetos. La cultura hídrica es la acumulación de experiencias en una memoria social poseída por todos. Avanza en niveles concretos de comprensión de la realidad y de elaboración conceptual que permite el refuerzo de actitudes individuales y colectivas para enfrentar los desafíos de la realidad”. (Vargas, R. "La Cultura del Agua -Lecciones de la América Indígena", UNESCO, Programa Hidrológico Internacional 2006).
Hacia la sostenibilidad financiera para la gestión del agua
Según el Principio 4 de la Declaración de Dublín, “El agua tiene un valor económico en todos sus diversos usos en competencia y debería reconocérsele como un bien económico: Es esencial reconocer ante todo, el derecho fundamental de todo ser humano a tener acceso a un agua pura y al saneamiento por un precio asequible. La gestión del agua, en su condición de bien económico, es un medio importante de conseguir un aprovechamiento eficaz y equitativo y de favorecer la conservación y protección de los recursos hídricos”.
Es preciso desarrollar una visión planificada aprovechando los recursos naturales y promover el desarrollo sostenible y avanzar hacia el concepto de la inversión sostenible, lo que implica alinear la rentabilidad financiera con la responsabilidad social y ambiental. Esta es una visión de largo plazo en un planeta con mayores retos ambientales y sociales. Se requieren empresas que crean en el desarrollo sostenible de las Américas. Las compañías que logren convertir estos retos en oportunidades de negocio, tienen mayor probabilidad de ser los ganadores de mañana.
Se requiere avanzar en el Pago por Servicios Ambientales (PSA), tanto a través del esquema estatal como de convenios con empresas públicas y privadas. Existen experiencias exitosas que pueden servir de ejemplo a otros países de América Latina que quieran promover estos esquemas de manejo y conservación de los recursos naturales y de equidad social.
Gestión de la información, el conocimiento y la tecnología para la Gestión del Agua
Solo se puede administrar lo que se conoce
Disponemos de los conocimientos, la experiencia y la tecnología que se necesitan para resolver los problemas asociados al agua, si no lo conseguimos será nuestra responsabilidad. El agua dulce es un recurso indivisible. El aprovechamiento a largo plazo de los recursos de agua dulce requiere una ordenación global y un reconocimiento de la interrelación de los elementos con su cantidad y calidad.
Para avanzar en la gestión integral y sostenible del recurso hídrico se debe promover en el ámbito regional un sistema integrado de actividades de investigación, formación, demostración, información y documentación en el campo de la meteorología, climatología, gestión del agua, química, biología, ecología, ciencias del medio ambiente, economía, educación, derecho internacional, sociología, hidrología y brindar asesoría a todos los municipios, especialmente a los menos desarrollados. Igualmente se requiere facilitar los vínculos entre los ámbitos local, regional y mundial, así como en la armonización de los enfoques; promover la formación y el desarrollo profesional en las diferentes regiones, incluyendo la provisión de aprendizaje a distancia; elaborar un inventario de los sistemas de monitoreo transfronterizos existentes; crear y mantener una base de datos sobre el agua y el medio ambiente, utilizando datos oficiales validados en el ámbito nacional y complementario a los de las bases mundiales disponibles; fomentar y promover el desarrollo de métodos para evaluar y aplicar la ciencia y la tecnología al servicio del presente y futuro del agua; elaborar directrices y protocolos para prevenir conflictos potenciales y resolver los existentes en relación con los recursos y valores vinculados al agua.
De otra parte, es necesario reconocer las múltiples formas de conocimiento y a partir de esto reconocer el carácter multidiverso del agua. El agua como recurso y como fuente de recursos, el agua como sustancia esencial del desarrollo, y a su vez, como un factor de riesgo asociado a procesos naturales e inducidos. El agua como elemento cultural de los pueblos con sus mitos y leyendas; el agua con sus múltiples formas y ocurrencias: la gota de lluvia, el mar, la brisa, los glaciares, el rocío, la tormenta, el arroyo, la creciente, la laguna, el embalse, el nacimiento, el pozo, el aljibe, el oasis y el desierto. Su multiplicidad de usos que van desde su reconocimiento como solvente universal, sustancia para calmar la sed y sustancia purificadora, medio de transporte y comunicación y otras funciones menos evidentes como reguladora del clima de la tierra, fuente de gran parte de la energía generada y purificadora de la atmósfera mediante una serie de fenómenos complejos incluido la lluvia.
Enfrentando los retos y las necesidades de la gestión del agua para el desarrollo sostenible
La demanda de agua crece. En el último siglo la población mundial se triplicó y el consumo de agua se duplicó. La demanda creció 6 veces. La comisión mundial de agua anticipa que el consumo de agua se duplicará de nuevo en 30 años. Para 2025 la mitad de la población mundial afrontará restricciones para asegurar el consumo necesario de agua potable.
El desafío de reducir la pobreza en el mundo será alcanzable si en la próxima década logramos asegurar el acceso de agua potable a 1500 millones de personas, y proveer sistemas de saneamiento a 2200 millones más. Más del 80% de las aguas servidas son vertidas a las fuentes de agua sin ningún tipo de tratamiento. Una buena parte de la población total no tiene acceso a agua potable ni disponen de sistemas adecuados de saneamiento. Aún existen muchas personas que viven en centros urbanos sin agua potable. En las zonas rurales la situación es mucho más compleja y precaria; no obstante, los pobres pagan en promedio más que la población conectada a los sistemas convencionales.
Aunque la mayoría de los países se ha comprometido a cumplir los principios del desarrollo sostenible, ello no se ha traducido en un avance suficiente para dar marcha atrás en la pérdida de los recursos ambientales del planeta (ONU, Objetivos de Desarrollo del Milenio - Informe de 2005), y esto se manifiesta particularmente en la degradación de los recursos hídricos. Para alcanzar estos objetivos se necesitará un alto nivel de cooperación mundial.
¿Hacia dónde se dirigen los requerimientos mínimos para un desarrollo sostenible de las economías del norte, centro y sur del continente Americano? ¿Cuáles son los requerimientos de agua en la región para las diferentes actividades demandantes en múltiples escenarios? ¿Cómo se puede optimizar y coordinar el uso? ¿Qué casos exitosos de uso conjunto se tienen? ¿Qué experiencias negativas se tienen y cuáles son los principales conflictos de interés?; ¿cuál es la huella hídrica que están dejando los diferentes usuarios del agua?
También es necesario reconocer el carácter multidiverso del agua, y el arreglo de los ejes temáticos intenta, aunque sea temporalmente en el proceso de los Diálogos, incluir todas las perspectivas de interés de la sociedad en su más amplio espectro, en un contexto interamericano. Su multiplicidad de usos, cualidades y funciones que van desde solvente universal, base de la alimentación y la seguridad agroalimentaria, sustancia mítica, sustancia purificadora, medio de transporte y comunicación y otras funciones menos evidentes como reguladora del clima de la tierra. El agua es recurso y fuente de recursos, el agua es esencial para el desarrollo y al mismo tiempo su abundancia y escasez constituyen un factor de riesgo para el desarrollo. El agua es un elemento esencial en la cultura de los pueblos por su carácter diverso que abarca la gota de lluvia, el mar, la brisa, los glaciares, el rocío, la tormenta, el arroyo, la creciente, la laguna, el embalse, el nacimiento, el pozo, el aljibe, el oasis y el desierto.
Cada eje temático tiene unos contenidos básicos y comunes que se desarrollan en el marco documental previo al evento y en el propio Diálogo. Esta construcción abarca planteamientos vigentes y necesarios como la gestión del agua frente al cambio climático, el exceso y déficit de agua como factores de riesgo, la conservación de los ecosistemas hídricos y los bienes y servicios ambientales fundamentales, las políticas educativas para la GIRH, como influir positivamente en las nuevas generaciones, la asignación de responsabilidades, la institucionalidad para la GIRH, los instrumentos económicos para la GIRH incluidos los fondos para el cuidado del agua y su conservación, el conocimiento que habremos de desarrollar en función de las nuevas realidades de adaptación al cambio climático, las herramientas tecnológicas y gestión de la información, y finalmente, como reintegrar estas perspectivas para conocer los retos y necesidades de agua para la multiplicidad de sectores y para conservar los ecosistemas acuáticos y los acuíferos.
A partir de los hallazgos y las propuestas de los Diálogos anteriores y de este D7, podemos establecer como objetivo fundamental el ser más eficaces en el ejercicio de las cuatro vertientes de influencia que se ha planteado la Red Interamericana de Recursos Hídricos, como proponente y organizador de este proceso de discusión y promoción de la gestión inteligente del agua:
- influencia política
- acción conjunta
- intercambio de experiencias
- formación de líderes
En el documento temático sobre “Retos y Necesidades” se ofrecen propuestas para abordar las SOLUCIONES a estos retos, conjugando los insumos establecidos por los demás ejes temáticos del D7.
Adicionalmente, cada uno de los ejes temáticos tiene unos contenidos básicos y comunes que serán desarrollados en el marco documental y en el propio Diálogo. Esta construcción conceptual abarca planteamientos vigentes y necesarios para su abordaje como la gestión del agua en un ambiente cambiante, el exceso y déficit de agua como factores de riesgo, la conservación de los ecosistemas acuáticos y los servicios ambientales fundamentales, las políticas educativas para la GIRH, como influir positivamente en las nuevas generaciones, los retos y necesidades de agua para la multiplicidad de sectores, la asignación de responsabilidades para la GIRH, la institucionalidad fuerte, los instrumentos económicos para la GIRH, incluidos los fondos para su cuidado y conservación.
Las sesiones se han diseñado para mantener un balance entre las discusiones en grupo, preguntas, comentarios e interacciones alrededor de los temas. Para cada uno de los grupos temáticos se comisionaron documentos temáticos de base que tienen como objetivo abrir la discusión en función de seis “preguntas claves”, y proponer algunas ideas que permitan “enfocar” las discusiones hacia alianzas y acciones en la región, que serán identificadas, razonadas y propuestas a través de una “negociación” entre los participantes con el apoyo de facilitadores y moderadores en mesas de Diálogo.
El D7 busca caminos para establecer compromisos y lograr acuerdos interamericanos para la gestión del agua en un ambiente cambiante. Se espera que el D7 construya propuestas de compromisos intergeneracionales para el próximo Foro Mundial del Agua que se realizará en Francia, en marzo 2012 y la Cumbre Mundial de Rio+20, en Brasil; el D7 formulará planteamientos sobre alianzas, acciones y seguimiento al desarrollo de la gestión del agua en América.
Eventos Paralelos
- Mision Gobernanza Del Agua (Miga)
- Programa Rotary Internacional “Rotary y El Agua”
- Documento Guía Salón de Huella Hídrica
- Acuiferos Transfronterizos de las Américas
- II Encuentro de Jóvenes Unidos por el Agua: La juventud como Agente de Cambio
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