martes, 5 de junio de 2012

Biólogos de la UN retenidos por investigar


El profesor Gonzalo Andrade, biólogo de la UN. Fotos: Archivo particular.
Bogotá D.C., may. 31 de 2012 - Agencia de Noticias UN- La actual legislación ambiental colombiana trata a los científicos nacionales como delincuentes. En el Parque de los Yariguíes (Santander), biólogos de la UN fueron retenidos por hacer su trabajo de campo.

Una denuncia interpuesta por un ciudadano ante la autoridad de Policía, motivó la retención y decomiso de 24 especímenes de 18 especies recolectados científicamente por la comisión de docentes y estudiantes de la Universidad

El profesor Gonzalo Andrade dijo a Agencia de Noticias UN que la comisión estaba integrada por 5 profesores del Instituto de Ciencias Naturales (ICN) y 24 estudiantes de la carrera de Biología. 
Estudiantes en trabajo de campo
Una persona del municipio presentó la queja ante la Inspección de Policía porque denunció que hubo una matanza de más de 50 aves, producto de la actividad de inventario de fauna que estaba haciendo el equipo científico. 

El profesor Gary Stiles, autoridad mundial de las aves, trabaja en la UN y encabezó la misión científica a Zapatoca
Eso fue una mala información, porque no quedaron personas detenidas y menos se hizo matanza alguna de aves. El trabajo era encabezado por el profesor Gary Stiles, del Instituto. Y aquí volvemos al punto de que para hacer ciencia hay que tener un permiso de acceso a material genético y permisos con fines científicos, que demoran en promedio 3,5 años en ser expedidos por todas las trabas que impone la actual legislación ambiental. No importa otro aspecto, si es científico, o de conservación de especies, sin ese permiso, no se puede hacer nada, se incauta el material recolectado”, dijo. 

Explicó que el objetivo de la investigación era puramente académico y docente, con el curso de taxonomía animal de la carrera de Biología, que se dicta todos los semestres en la UN. 

La autoridad cumple las normas, pero la UN tiene tres permisos macro de investigación registrados ante Minambiente, donde están involucrados proyectos de investigación. Miraremos si se tramitaron o no los permisos específicos, vía Vicerrectoría de Investigación, pero independientemente de si los permisos están tramitados o no, hay que dejar en claro que la inspección de la policía se debió a la queja de un ciudadano, producto de una mala información, y que se procedió a la incautación. 

Nuevamente estamos en Colombia. No importa si se hace investigación con fines científicos o no. Aquí pesa si se tiene el permiso, o no. Le pedimos de nuevo al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible que no sea necesaria la obtención de un permiso de investigación ni un contrato de acceso a recurso de material genético para desarrollar proyectos con fines científicos en Colombia. 

Remarcó que las corporaciones autónomas y otras entidades reguladoras de la materia obtienen beneficios del trabajo de los científicos colombianos, como el de la UN, para la toma de decisiones. Un ejemplo de ello, son las medidas de conservación allí en Zapatoca

Dijo además que toda esta legislación ambiental es inconstitucional. El artículo 27 de la Constitución colombiana dice que “el Estado garantiza las libertades de enseñanza, aprendizaje, investigación y cátedra”. “Cualquier acto de incautación o entorpecimiento de la tarea científica, así exista la norma, va en contravía de la Carta Magna”, dijo. 

El profesor Andrade también afirmó que el país debe diferenciar de una vez por todas el trabajo científico e investigativo, de las matanzas de fauna. “Hicimos una colecta de ejemplares, preservándolos y llevándolos a la colección del Instituto de Ciencias Naturales y todo es con fines de investigación. Una matanza es cuando se matan por matar los animales y se dejan tirados a la vuelta de la esquina. Nosotros preservamos la fauna con sujeción a las normas internacionales. En la colección contamos con ejemplares colectados por José Celestino Mutis, desde 1765 hasta nuestros días. No creo que Mutis haya tenido que pedir permiso para hacer la Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada”, afirmó. 

Recalcó que matanza de animales sí es lo que se hace en Bucaramanga (Santander) y en algunos departamentos de la Costa Caribe en Semana Santa, con el sacrificio de iguanas, que son abiertas para sacarles sus huevos y las dejan así; o de tortugas hicoteas, cuya comercialización genera millones de pesos. 

De otro lado, el profesor Stiles, autoridad mundial en el estudio científico de las aves, ratificó que no se hizo matanza alguna, como decía el querellante.

El trabajo que hacemos es que le enseñamos a nuestros estudiantes cómo medir las aves, y para ello hay que hacer una colecta suficiente de individuos para poderlos estudiar. A cada estudiante se le dio un par para esta tarea que puede oscilar entre 20 a 30 horas. Observamos más de 120 especies y capturamos más de 100 ejemplares, cuya mayoría fue liberada. Solo los 24 preparados iban para la colección”, dijo. 
Ejemplar de ave como el Molotus bonaerencis.
Ejemplar de copetón
Ejemplar de cucarachero
Reveló que las especies estudiadas, las cuales quedaron incautadas por la inspección de Policía, contaban con gran variedad. Fueron vencejos, atrapamoscas, saltadores, tangaras, y mirlas, entre otras.

(Por: Fin/CFAC/sup) 
N° 425

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