Falta comprensión de la labor que realizan los coleccionistas

ORIGINAL: Universidad de Antioquia

Por Elizabeth Cañas - Vicerrectoría de Investigación

Miércoles 28 de marzo de 2012

De acuerdo con el profesor de Biología y estudioso de las plantas de Antioquia, Ricardo Callejas Posada, el acceso a los recursos biológicos representa una talanquera para quienes ven las colecciones de individuos y especímenes naturales un gusto por lo estético, una posibilidad de disfrute y conocimiento.

Metafóricamente, Ricardo Callejas Posada, profesor del Instituto de Biología de la Universidad de Antioquia, señaló que “La legislación sobre el acceso de colecciones biológicas, es como estar en una caverna, con muchos caminos y de donde es difícil escapar por la dificultad para encontrar la salida, y porque además, se tocan muchas sensibilidades e intereses”.

Un grupo de especímenes de los Herbarios UdeA, y que en otrora fueron traídos de Francia por los hermanos Lasallistas por ejemplo, estarían incurriendo en la falta de formalización que actualmente busca implementarse para las colecciones, porque entonces no existía ninguna restricción ni norma para ello. Pero como éste, son muchos los ejemplos de muestras de colecciones obtenidas en proyectos similares y realizados en convenio con otras instituciones.

Ahora, cuando se pretende formalizar la colección de especies biológicas se debe buscar que la legislación no entorpezca ninguna de las visiones sobre el acceso a recursos biológicos, bien sea por la pasión de conocer sobre una especie en particular o por el uso que pueden representar para otros científicos dedicados a las ciencias.

Para el profesor Callejas “las restricciones a los métodos de colección y la formulación de protocolos se ajustan a procesos realizados en los últimos años, pero son muchos los aspectos que impiden claridad y en cambio demuestran algunos vacios conceptuales de la legislación y el desconocimiento en el tema de colecciones biológicas; es como hablar de Platón con alguien que no tiene formación para hacerlo”.

De hecho, el profesor argumentó que debido a la falta de formación, visión y “conectividad con lo biológico”, las orientaciones legales sobre el acceso genético y biológico desconocen qué son las colecciones como tal y se enfocan en su uso potencial, en la utilidad de los individuos o especímenes colectados, negando la posibilidad a un interesado en plantas, mariposas, insectos u otros objetos de estudio, colectarlas sólo por la contemplación y aprecio estético o emotivo que por sí mismas generan las colecciones.

Argumentó también que es un asunto muy complejo y restrictivo a intereses distintos que no sea lo productivo y que “la formalización del acceso a las colecciones biológicas, es un asunto de intereses particulares regidos arbitrariamente, como lo demuestra que en 2011 se concedieron más de 1.600 licencias de minería en el país, con los efectos que esto trae para la biodiversidad; mientras que sólo se otorgaron dos licencias para colecciones biológicas catalogadas como fuente de estudio y sabiduría sobre el inventario que hay en el país.”