jueves, 10 de julio de 2014

En ciencia, Alemania nos golea. (Colombia)

Resulta paradójico que en tiempos en que se homenajean las vidas dedicadas a la ciencia, la inestabilidad del ente más importante de nuestro país en ese ámbito, COLCIENCIAS, pase por una crisis evidente. Y fue precisamente en la Convención Científica Colombiana donde comenzó el meollo del asunto. La hoy ex directora del ente, Paula Arias, informó el jueves pasado en el evento que el presupuesto para ciencia sería recortado por alrededor de 125.000 millones de pesos con respecto al año anterior según le había informado el Departamento Nacional de Planeación. A pesar de los partidos de la selección, algunos medios hicieron eco de la noticia. En su columna semanal de El Tiempo, Juan Pablo Calvás se preguntaba: “¿Dónde queda el gran impulso a la ciencia que se anunció hace cuatro años, cuando apenas despuntaba el Gobierno? ¿Qué fue de ese Colciencias que iba a tener rango de ministerio para así convertirse en el motor de importantes apuestas por el desarrollo científico del país?” . En la mañana de ayer, el Ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas criticó las declaraciones de Arias y la desmintió diciendo que las cifras de Planeación sólo hacían parte de la discusión y no eran definitivas. Ya sea por una imprudencia de la directora o por la política del Bolillo (echar reversa de pa’ atrás) que el gobierno ha usado en algunas ocasiones, lo cierto es que no se vislumbra un panorama claro para el quehacer científico en nuestro país. Si es que alguna vez se ha visto.

Echemos mano de las cifras. Según el Sistema Nacional de Información en Educación Superior (SNIES), la cantidad de estudiantes de Doctorado en nuestro país ha venido en aumento durante la última década pasando de 345 estudiantes en el 2000 a 3063 en el 2012. 

Sin embargo, esta cifra está a años luz de nuestro vecindario. Mientras en nuestro país en el año 2011 se graduaron 245 doctores, en Brasil la cifra alcanza 12.217 personas, en México 4.665, Argentina 1.680 y Cuba (¿cuál será el presupuesto de Cuba?) con 1.235. Muchos analistas dicen que no es sólo la cantidad sino también la calidad de los doctorados lo que importa. Tienen razón. Pero es consecuente que un país que tiene en su horizonte el desarrollo con inclusión a la OCDE de por medio también muestre en términos de cantidad que se apoya y promueve la ciencia. Podríamos traer la cantidad de doctores que se gradúan en los Estados Unidos o Alemania pero no hace falta deprimirnos más. Y el problema debe ser evaluado por todas sus aristas. La promoción de la educación debe ir de la mano con la generación de empleo para aquéllos que desean hacer de la ciencia su manera de ver la vida y subsistir. Barack Obama ha tenido que lidiar con ese problema en los Estados Unidos, pues mientras plantea que su país necesita cada vez más científicos, el panorama en materia de empleo para ellos no seduce. Un ejemplo de ello son los químicos. Según el Washington Post, sólo un 38% de los químicos con PhD en los Estados Unidos tenían empleo.

La solución a ello no es desestimular los doctorados; es tener una política integral de educación superior que incluya inversión en la generación de nuevo conocimiento y planificación de la mano con el Ministerio de Trabajo. Para eso se necesita plata. Mientras Colombia destina el 0,15% del PIB a Investigación y Desarrollo, países como México y Chile nos doblan con el 0,4%. Ni que decir de países desarrollados como Alemania en el que 11 años atrás destinaba el 2,5% del PIB, con lo que nos golearían como hicieron ayer con Brasil en la Copa del Mundo.

Políticas como el estímulo al regreso de los cerebros fugados muestra que por lo menos el gobierno tiene la vista puesta en mejorar el sector científico en nuestro país. Sin embargo, es prudente que comience por erradicar esa inseguridad institucional que da la sensación de no tener un rumbo claro. ¿Cuántos directores ha tenido Colciencias durante el actual gobierno? ¿cuántos más en los pasados?. En la tarde de ayer fue “invitada a renunciar” la última. Si algo nos está enseñando el fútbol, y sobretodo el de nuestra selección es que se necesita de un director que trabaje con orden y tiempo para dar buenos resultados. Pero sobretodo, que lo dejen trabajar.


ORIGINAL: El Espectador

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