En la ciudad de todmorden creen tener la fórmula para salvar el planeta.
En dos años, la localidad ha cambiado radicalmente la manera como produce sus alimentos y la forma en que sus residentes se preocupan del medio ambiente. Para 2018 esperan que la ciudad sea totalmente autosuficiente.
El pueblo más comestible del mundo. Uno llega en tren a Todmorden, y lo primero que encuentra nada más salir de la estación es un suculento mapa de todos los cultivos que hay a mano, “Help yourself!” (“¡Sírvase usted mismo!”).
Se plantan a discreción verduras, hierbas y árboles frutales en 70 espacios públicos. Se forma una red de 280 voluntarios que se turnan y se dedican dos mañanas al mes a cuidar de los cultivos. Y todo el mundo (incluidos los turistas) pueden servirse gratis y a placer cuando llega la hora de la cosecha.
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