DESASTRE. La voraz coflagración afecta selvas vírgenes del municipio de Unguía desde hace casi una semana.
La selva profunda chocoana arde en llamas desde hace una semana. Las autoridades del departamento, en especial Codechocó -la Corporación Autónoma Regional (CAR) de esa región- están en alerta máxima.
Más de 3.500 hectáreas han sido devastadas por las llamas y nadie ha podido detenerlas. Como la selva es húmeda y pantanosa, la única posibilidad de llegar a atender la emergencia es por aire. Pero el Chocó no tiene aviones ni helicópteros y depende de la Fuerza Aérea y el Ejército para hacerle frente a esta emergencia.
Autoridades informan que se han encontrado animales totalmente calcinados. / Foto: Leonardo Montoya.
Según Codechocó, aunque el presidente, Juan Manuel Santos, autorizó helicópteros cisterna de las Fuerzas Armadas, estas, hasta ayer, no habían podido llegar pues según les han dicho se encuentran en combates.
Sin embargo, la Fuerza Aérea informa que, desde las primeras horas del día de ayer, puso a disposición "una aeronave (...) para evidenciar e identificar los focos de incendio junto con un Helicóptero UH-60 dotado con el equipo Bamby Bucket, para efectuar los lanzamientos de agua con liquido retardarte y apagar en el menor tiempo posible la conflagración".
El teniente coronel Robert Zambrano, encargado de la Dirección de Operaciones Especiales Aéreas, señaló que “las condiciones meteorológicas en la zona han dificultado el desarrollo del apoyo aéreo.”
Foto: FAC. Mientras tanto, la situación de los pobladores de Unguía es incierta. Las autoridades de la zona reportan que más de 300 personas pueden estar en riesgo inminente por cuenta de este incendio.
Se teme que de no frenarse esta emergencia las llamas consuman una gran parte de dos santuarios naturales, la reserva regional Lago Azul, los manatíes y el Parque Nacional Natural Katíos.
Más de 3.500 hectáreas han sido devastadas por las llamas. / Foto: Leonardo Montoya.
Según Codechocó, “la pérdida de flora, fauna y recursos naturales es incalculable. Se han encontrado especies como osos perezosos, serpientes, iguanas y micos totalmente calcinadas”. También hay preocupación por los manatíes que habitan esa región y que han intentado salir de los bosques para resguardarse.
El portal de noticias regional NotiChoco.com informó que cazadores de la tortuga manatí iniciaron el incendio como mecanismo de presión para que el animal saliera de su anidadero. Las autoridades están tras la pista de estas personas, informó ese medio.
Más de 300 personas podrían estar en riesgo inminente por cuenta del desastre. / Foto: Leonardo Montoya.
Las llamas sobrepasarían los 15 metros de altura. / Foto: @MauricioCabal.
Foto: @JairMosquera.
ORIGINAL: Semana
19 marzo 2014
La selva profunda chocoana arde en llamas desde hace una semana. Las autoridades del departamento, en especial Codechocó -la Corporación Autónoma Regional (CAR) de esa región- están en alerta máxima.
Más de 3.500 hectáreas han sido devastadas por las llamas y nadie ha podido detenerlas. Como la selva es húmeda y pantanosa, la única posibilidad de llegar a atender la emergencia es por aire. Pero el Chocó no tiene aviones ni helicópteros y depende de la Fuerza Aérea y el Ejército para hacerle frente a esta emergencia.
Según Codechocó, aunque el presidente, Juan Manuel Santos, autorizó helicópteros cisterna de las Fuerzas Armadas, estas, hasta ayer, no habían podido llegar pues según les han dicho se encuentran en combates.
Sin embargo, la Fuerza Aérea informa que, desde las primeras horas del día de ayer, puso a disposición "una aeronave (...) para evidenciar e identificar los focos de incendio junto con un Helicóptero UH-60 dotado con el equipo Bamby Bucket, para efectuar los lanzamientos de agua con liquido retardarte y apagar en el menor tiempo posible la conflagración".
El teniente coronel Robert Zambrano, encargado de la Dirección de Operaciones Especiales Aéreas, señaló que “las condiciones meteorológicas en la zona han dificultado el desarrollo del apoyo aéreo.”
Se teme que de no frenarse esta emergencia las llamas consuman una gran parte de dos santuarios naturales, la reserva regional Lago Azul, los manatíes y el Parque Nacional Natural Katíos.
Según Codechocó, “la pérdida de flora, fauna y recursos naturales es incalculable. Se han encontrado especies como osos perezosos, serpientes, iguanas y micos totalmente calcinadas”. También hay preocupación por los manatíes que habitan esa región y que han intentado salir de los bosques para resguardarse.
El portal de noticias regional NotiChoco.com informó que cazadores de la tortuga manatí iniciaron el incendio como mecanismo de presión para que el animal saliera de su anidadero. Las autoridades están tras la pista de estas personas, informó ese medio.
Unguía es un municipio desconocido para la mayoría de colombianos. Es el pueblo natal de la exreina nacional de la belleza Vannessa Mendoza. Está ubicado en la frontera con Antoquia y es el centro de las culturas indígenas Tuna y Kuna.
Foto: @JairMosquera.
ORIGINAL: Semana
19 marzo 2014
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