martes, 23 de octubre de 2012

Reminiscencia de Mutis

por Elizabeth Cañas - Vicerrectoría de Investigación

Ricardo Callejas, biólogo de la Alma Máter y uno de los líderes de la investigación “Flora de Antioquia: catálogo de las plantas vasculares”, cuenta por qué ese trabajo recibió mención de honor en los Premios Alejandro Ángel Escobar

Flor puya, una de las especies que hace parte de este inventario. Foto:David Ocampo
La pasión de Callejas

El diagnóstico no es alentador. Cuando José Celestino Mutis exploró la flora de la Nueva Granada —cuenta Ricardo Callejas Posada—, Antioquia conservaba, probablemente, el 90 por ciento de sus bosques. Ahora, tras 220 años, se han deforestado 4 millones de hectáreas de las 6 millones 500 mil que componen el departamento. Muchas especies ya no existen.

En el mapa de la vegetación antioqueña, tampoco se identifican claramente los bosques secundarios y primarios, de los que se deforestan 29 mil hectáreas al año. Ese hecho, nos da el deshonor de ser el área política de Suramérica que más deforesta por año, según afirma Callejas.

"Por eso la urgencia de este catálogo, para generar pertenencia sobre el verde y la flora de Antioquia, que serán fundamentales para las generaciones capaces de reflexionar sobre los recursos que tenemos. Son libros de contenido académico, pero en los 2 tomos de este trabajo, incluimos uno especialmente para conocer detalles de este departamento, de sus características, porque lastimosamente no sabemos de nuestra zona”, dijo.

Según Callejas Posada —profesor de la Universidad de Antioquia quien en compañía de Álvaro Idárraga Piedrahíta lideró la investigación—, esa es la gran razón de la investigación científica Flora de Antioquia, catálogo de las plantas vasculares, recientemente distinguida con mención de honor en la categoría Ciencias Naturales y Exactas en los Premios Alejandro Ángel Escobar, entregados por la Fundación que lleva ese mismo nombre.

El estudio demandó 26 años de investigación, la mitad de éstos dedicados a recorrer más del 90 por ciento del territorio de Antioquia. Es el primer listado de una flora en Colombia y representa un esfuerzo científico que estuvo liderado por biólogos de la Universidad de Antioquia, entre ellos la profesora Lucía Atehortúa, visionaria de este periplo por la naturaleza paisa.

Los investigadores contaron con el apoyo del Jardín Botánico de Missouri, el respaldo inicial de la National Geographic y el ‘madrinazgo’ de una decena de instituciones del departamento, entre ellas la Universidad de Antioquia. Además, a través de este estudio, dijo el profesor Callejas, se gestó la formación de 30 estudiantes de taxonomía.

El producto de todo este trabajo es un inventario de cerca de 10 mil especies, aunque seguirá aumentado, pues aún falta caracterizar otras más. En su construcción participaron unos 60 expertos que analizaron las características de las plantas vasculares, denominadas así porque entre otras características transportan el agua utilizando un tejido especializado que se llama xilema.

Pasión verde
Callejas califica esta investigación como “una reminiscencia de Mutis”. Sin embargo, la diferencia entre ambas expediciones es que la actual se tardó diez años para recopilar la información del 70 por ciento de la flora de Antioquia. La clasificación de los datos, así como la publicación, se tomaron otro tanto. En cambio, el trabajo que Mutis realizó sobre 6 mil especies y que terminó en 1801, apenas se está editando, “pero con demasiada tecnicidad y falta de impacto”, advirtió el biólogo.

Ya en 1940 el botánico Joaquín Antonio Uribe había realizado un estudio semejante que nutrió el texto La Flora de Antioquia, un libro publicado en 1940 por la Gobernación de Antioquia. Al profesor Sigifredo Espinal de la Universidad Nacional también se le reconoce un importante trabajo en este campo.

Así es que Flora de Antioquia, catálogo de las plantas vasculares, es el resultado de una idea que no es original, pero sí logra concretar un producto editorial asequible y sistemático.

Lograrlo demandó mucho más que arduas tareas de curación, clasificación, sistematización, filtración y otras acciones. El profesor Callejas puso su corazón: “uno no puede amar lo que no conoce y las plantas son herramientas para mostrar al mundo la belleza. Ellas nos hablan y ayudan a descifrar la vida. Ellas son mi pasión”.

Esa pasión es la misma con la que comparte la información, con la pretensión de que no se quede en meros datos, sino que se convierta en motivación para desarrollar otras estrategias para el conocimiento de la flora.

Esta investigación está disponible para la consulta gratuita en versión digital. Además, se está entregando la versión física a las bibliotecas de todos los municipios de Antioquia, donde los científicos orientan con charlas y conferencias su contexto y alcance.

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